Ella está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja. Nunca deja que la alcance. ¿Para qué sirve, entonces, la utopía?...para caminar.

lunes, 25 de octubre de 2010

Esperando

No llega el frío. De nada sirve salir a buscarlo, porque vendrá solo, cuando sea la hora. Así que, sin más opciones, por la noche me acurruco bajo el edredón, cargada de deseo. Como siempre, la mesilla llena de libros, el corazón de recuerdos, la mente de nuevos sueños. Pero triste, espero al invierno.