Nublada por esta fascinante aventura, descubro sorpresas inesperadas. Quizá la intuición ya me susurraba algo que yo no quería oír. Siempre termina dándonos caza lo que más tememos.
Ahora, en esta atmósfera de incertidumbres y emociones a flor de piel, siento la belleza a mi alrededor, una belleza extraordinaria, mágica. Pero, saboreo, entre la calidez ajena, el amargor de lo que más hermoso. ¿Cómo puede llegar a convertirse, lo más dulce, en un amargor tan extraño e incómodo?
La vida nunca fue tan bella, ni el amor supo tan mal....
1 comentario:
A veces parece que sabe amargo, pero siempre vuelve a ser dulce y maravilloso. Ten paciencia, Valiente.
Besos.
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