Vivimos en constante cambio, luchando porque se cumplan los derechos humanos en todo el mundo, derechos fundamentales, como la libertad, la igualdad y el respeto.
Durante mucho tiempo, se ha tratado a la mujer como a un objeto, se la ha visto como a un ser inferior. Con mucho esfuerzo, se ha logrado más igualdad entre mujeres y hombres. Sin embargo, no es fácil que este cambio sea comprendido por personas a las que se las ha educado para ser superiores y, por otras, a las que se les ha enseñado a ser inferiores.
El Día Contra la Violencia de Género, es un homenaje hacia aquellas que, en su intento por liberarse de las tradiciones y escapar del machismo, son castigadas con la muerte, a manos de aquellos que las reclaman, afirmando amarlas, haciéndolas víctimas de su irracionalidad; para aquellas han sufrido y que sufren hoy esta tortura.
A pesar de las nuevas leyes que intentan frenar al agresor y proteger a la víctima, muchas mujeres siguen solas, tienen miedo y se ahogan en su dolor, encerradas, solas, con sus sueños rotos, escondidas bajo un frío silencio, fingiendo aparente normalidad, espejismo que oculta el infierno real que es sus vidas.
Todas y todos, pues no debemos olvidar que también existe violencia doméstica contra los hombres, merecemos ser respetados. Ninguna persona puede maltratarnos, ultrajarnos o hacernos sentir inferiores, somos libres y nadie está por encima de nadie, no importa el sexo, la raza, la orientación sexual, la religión, la cultura…somos iguales.
Por ello, hoy me manifiesto contra esta violencia y contra la violencia de cualquier tipo, pidiendo implicación: no miremos a otro lado, no nos convirtamos en cómplices de la injusticia. Sobre todo, preocupémonos por enseñar en base a estos derechos, en la educación está la clave, la llave para evitar que estas atrocidades se sigan cometiendo.
Ojalá que este sentimiento de apoyo y unión consiga aliviar el corazón de aquellos y aquellas que se sienten perdidos y solos.
El mayor derecho que tenemos las personas, es el derecho a ser felices. Nadie debe impedírnoslo.
El mayor derecho que tenemos las personas, es el derecho a ser felices. Nadie debe impedírnoslo.
2 comentarios:
Paseando por blogs encontré el tuyo
me gustan tus entradas :)
la noviolencia es un buen camino.
¿Has visto la peli "soy curiosa"?
Salud!
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