Un poquito mejor tras una buena tarde de charla, risas, paseo y regalitos de navidad. Estoy preparando dos amigos invisibles. Supongo que conoceréis de sobra este juego, que consiste en que, por azar, te toca una persona a la que tienes que regalarle algo. A una de las personas la conzoco muy bien, por lo que no hay problema (o casi más aún...porque es más difícil, ¡nada me parece suficiente). La otra persona ni siquiera me conoce (ni yo a ella en persona hasta que me tocó su nombre y lista por casualidad. Se trata del Amigo Invisible que todos los años organiza Bookcrossing, esta corriente que "libera" libros allá donde va, para que el mundo sea una gran biblioteca. Hace poquito liberé mi primer libro, "A prueba de bomba" y no he vuelto a tener noticias suyas, espero que esté en buenas manos.
El caso es que, esta persona, mi amigo invisible (A.I) vive bastante lejos de mí, es más mayor que yo y sé qué libros le gustaría tener y un gusto muy particular, un animal, concretamente, que le encanta. No os lo he dicho, en el juego, cada persona coloca una lista de cinco libros que nos gustaría que nos regalasen. Tu A.I elige el libro y regalitos extras y te envía el paquete a tu ciudad, intentando no descubrirse.
Mi A.I me ha alegrado la tarde. Aunque no le conozca de nada, he ido ilusionada por el centro buscándole regalos que le pudiesen gustar, imaginándome si le gustaría aquello o lo otro. No me considero consumista exacerbada, pero un dulce no amarga a nadie. Me parece precioso regalar y hacer feliz a alguien con ese detalle.
El caso es que, esta persona, mi amigo invisible (A.I) vive bastante lejos de mí, es más mayor que yo y sé qué libros le gustaría tener y un gusto muy particular, un animal, concretamente, que le encanta. No os lo he dicho, en el juego, cada persona coloca una lista de cinco libros que nos gustaría que nos regalasen. Tu A.I elige el libro y regalitos extras y te envía el paquete a tu ciudad, intentando no descubrirse.
Mi A.I me ha alegrado la tarde. Aunque no le conozca de nada, he ido ilusionada por el centro buscándole regalos que le pudiesen gustar, imaginándome si le gustaría aquello o lo otro. No me considero consumista exacerbada, pero un dulce no amarga a nadie. Me parece precioso regalar y hacer feliz a alguien con ese detalle.
Aunque los regalos muy bonitos, creo yo, siguen siendo aquellos que no tienen precio, como una palabra bonita, un acto cariñoso, un apoyo en un mal momento, una paciencia enorme... (gracias chiquita).
2 comentarios:
Sospecho quién te ha tocado como víctima! jijijiji
Disfruta de tu AI! ;)
Nusky
Amiga,las mejores cosas de la vida,por suerte,siguen siendo gratis...Feliz regalo... ;-)
Publicar un comentario