Ella está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja. Nunca deja que la alcance. ¿Para qué sirve, entonces, la utopía?...para caminar.

domingo, 3 de junio de 2007

Tan veloz

Espera.
Detén este instante. No tengas prisa. Déjame que disfrute de la noche que me abraza como tu voz. Déjame que recuerde cada luz que brillaba, en la oscuridad de las calles en silencio, y en la profundidad de tu mirada. Déjame que te retenga ahí, con precisión, cuidado y detalle, para que regrese a ti, una vez más, y sienta la felicidad desbordante, derramándose en mi sonrisa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay muchos instantes así, tan esperados y tan eternos que, cuando ocurren se hacen muy cortos, pero después la eterna sensación de felicidad eslarga y duradera, a la vez muy acogedora y cálida. Refugiar cada sentimiento en una sola acción, desbordar ese sentimiento tan intenso...y despues paz, ilusión...felicidad y ganas...no recordarás cada detalle, pero recordarás cada sensación que a cada instante te recorrió...
Te quiero hermanita, sé feliz, es lo único que puedo desearte (K)

JuanMa dijo...

Ojalá la sientas siempre, Amiga.

Un beso fuerte.