Ella está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja. Nunca deja que la alcance. ¿Para qué sirve, entonces, la utopía?...para caminar.

martes, 29 de enero de 2008

Cuestión de justicia

Hoy descubrí Mozambique. Antes de la exposición sólo sabía que era un país pobre en África. Ni siquiera sabía a ciencia cierta cuál era su ubicación exacta. No sabía que su lengua oficial es el portugués ya que fue colonizada por Portugal en el siglo XVI. A pesar de esto, hay un alto porcentaje que no sabe el idioma. La esperanza de vida es de 40 años y la mortalidad infantil es de un 15%. En el Índice de Desarrollo Humano, que mide la esperanza de mida, la educación y el nivel de vida, Mozambique está en el puesto 172 de 177 países mientras que España está en el número 13. Y sin embargo, en la mayoría de las fotografías, la gente sonríe. Los niños construyen sus propios juguetes a base de lo que encuentran, trabajan desde muy pequeños, falta sitio en las escuelas. Las mujeres trabajan mientras los hombres pasean, ellas trabajan la tierra, cuidan a los niños, lavan la ropa, van por agua... El agua hay que comprarla y luego hervirse, porque no es potable. Sin embargo, coca-cola no falta. Pueden comer por treinta y cinco céntimos de euro y, muchas familias, no pueden permitírselo.
Este país ha sufrido una terrible guerra y trata de recuperarse, solo ante el olvido del resto del mundo. Sin embargo, hay maravillosas personas como Ramón, quien nos ha hablado de su trabajo las tres veces que ha estado allí y nos ha hablado sin pedirnos compromisos pero mostrándonos la realidad.
A mí se me ha removido algo dentro. Como bien dijo él, no se trata de ser paternalistas, de dar para sentirnos bien y aliviar nuestras conciencias. Yo creo que se trata de humanidad y de justicia.
Qué suerte tenemos...y qué vista tan reducida. Creía necesario hablar de Mozambique hoy y recordar que mañana es el Día de la Paz.
Me ha llegado un e-mail de un hombre que pide un euro para salir de su situación, su blog es http://existelagenerosidad.blogspot.com.
Me quedo con una frase de María Teresa de Calcuta: La paz empieza con una sonrisa. Sonrisas como estas.

3 comentarios:

Mr. G dijo...

Opino que de nada sirve darles un pescado. Habría que enseñarles a pescar, lo cual tampoco es tan sencillo. De nada sirve enseñar cuando uno no ha aprendido. Es un canimo posible, pero largo.

Saludos.

Anónimo dijo...

También habria que empezar por no robarles los pescados, el agua, el oro o el petroleo, mientras se les usa como mano de obra gratuita.

Yo hoy pensé en la justicia; me descubrí actuando movido por ella, pero de una forma extraña.

Salud!

NancyQ dijo...

hermoso,
me dejaste con un nudo en la garganta, besos bella!