
Tras muchos días de sombra y soledad, con cuatro exámenes menos, algo de alivio, impaciente incertidumbre, aquí está, sonriente, el tiempo nuevo.
Puede que quede alguna asignatura pendiente para septiembre, pero creo que después de sobrevivir a estas semanas tan intensas, debo estar orgullosa de mí misma.
Se me agolpan las palabras, las ganas dentro del pecho.
Hay tanto que escribir...