Ella está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja. Nunca deja que la alcance. ¿Para qué sirve, entonces, la utopía?...para caminar.

martes, 23 de diciembre de 2008

Días de nostalgia

Los últimos días de diciembre son siempre extraños, se me agolpan los recuerdos en la cabeza y las visiones en la imaginación. Antes que ponerme a repasar, busco nuevos propósitos. No es difícil ponerte grandes retos, lo verdaderamente complicado es cumplirlos y que no representen un garabato en un papel olvidado.
Qué año. Ha pasado de todo, me siento distinta, a ratos desconocida, a veces mayor. Me pongo a pensar, se transforma mi cuerpo en sentidos. Respiro la suavidad del colchón, el olor a césped cortado, el aroma a mar, el perfume de las depedidas, el amargo sabor de las derrotas, el afilado cuchillo de los errores, la inolvidable sensación de vértigo, la sorpresa, la calidez de los abrazos. Me pierdo en los lugares, en la tierra italiana, en las habitaciones a media luz. Y por más que lo intento alejar, no me puedo resistir y caigo en el pudo ser pero no fue.
Tantas emociones contenidas pronto en 366 días. Y parece que fue ayer cuando mi corazón soñaba con las aventuras que me depararía el año 2008.
Soy una terca nostálgica, una tonta sentimental. Pero sobre todo, y cruzo los dedos, una personita feliz que agradece todo lo que conforma su vida: un montón de caminos cruzados, puntos clave, horizontes no tan lejanos y sueños, muchos sueños...que, sorprendentemente, se hacen realidad.

martes, 9 de diciembre de 2008

Amiga utopía

A veces me gustaría no pensar. Sería muy fácil cerrar los ojos e imaginar una playa, incluso en estos días que la lluvia cae sobre el mar mezclándose con el salitre. Ojalá esas fantasías donde vivo perdurasen después de abrir los ojos tras la bofetada fría del despertador. Me gustaría encontrarme con una realidad más dulce, adornada de compasivas noticias que me hiciesen sonreír en el camino diario. Desearía tener un poder paranormal y jugar con el tiempo a mi antojo fuera del papel. Así podría detener esos instantes, revivir esos segundos donde la vida me dejó sin aliento, abrazar una y otra vez a los brazos que me amaron. Quizá algún día la luz no descubra el escondite en el que me refugio, arropada por mis quimeras. Puede que la palabra utopía, en un día no muy lejano, cambie su significado más intrínseco.
¿Quién dice que no es posible que me pierda en un universo de sentidos? Aunque rehuya de la sencillez, adoro la belleza de la verdad. Por eso me hago siempre mil preguntas, que nunca tienen respuesta. Y voy de un lado a otro, coqueteando con las mentiras piadosas, rindiéndome a la evidencia...porque me gusta ser complicada, porque se está bien revolviendo las piezas del puzzle, porque no quiero ser sólo una más.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Desencanto


Los días no son ni negros ni blancos; el tiempo no pasa despacio ni lento; el corazón no se altera ni se parte; mis ojos no brillan ni lloran; no estoy triste ni contenta. No veo el paraíso ni el abismo.
Pero una extraña sensación de vacío me llena por completo. Y eso es lo peor. No saber qué se siente.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Clásica y romántica

Los días pasan, dejándome la impresión de que no he hecho nada. Últimamente vivo en la biblioteca. Estoy cogiéndole manía a las altas estanterías, a los apuntes, al rasgar de los bolígrafos contra los folios.

Echo de menos más temas entusiastas, aquellos que me llevaron a meterme en esta carrera y no en otra.
Todo anda un poco revuelto por la universidad, muchas manifestaciones contra Bolonia y desconocimiento total. La verdad que sólo lo había oído de lejos, desentendiéndome pero ahora, cuando escucho todo lo que se me viene encima, me muero de miedo.
Por si no estábamos marginados los que amamos a las letras, ahora con el nuevo plan, aún más marginados. Un compañero comentaba hoy como un docente le había espetado sin miramientos que no valía de nada estudiar a Antonio Machado, porque lo que de verdad daba dinero eran otras cosas.
Desde pequeñita las letras han sido mi casa, mi refugio, mis noches alocadas. He deseado dedicarme a escribir y a leer desde que tengo uso de razón, nunca he podido ver a la literatura y a la poesía como una forma de ganar dinero. Por eso me duelen tanto estos ataques, es como si fuesen contra mí misma. Yo le diría a ese profesor, ¿de qué vale tener tanto dinero si no eres capaz de emocionarte leyendo a Antonio Machado?
¿No nos estamos volviendo demasiado huecos? Me horroriza la idea de pensar que mi vida puede convertirse en una lucha contra el reloj, en un estudio constante de la estadística, en un transcurrir de horas donde lo más emocionante que me ocurra es resolver una brillante ecuación. Hace poco oía a algunas amigas decir que la poesía les aburría.
Quizá deba presentarles a Antonio Machado, y que juzguen ellas mismas.
Retrato

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—;
mas recibí la flecha que me asignò Cupido
y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñò el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansiòn que habitò,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último viaje
y esté a partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Decidir


Podría quedarle toda la vida por delante, pero ella ha decidido que ha sufrido ya demasiado. Me estremece ver las imágenes del rostro de Hannah y pensar que con sólo 13 años pronto morirá. Ella no es ni la primera ni la última niña que sufre leucemia, que con tan poquitos años vive un complicado infierno que muchos, como yo, no somos capaces ni de imaginar cuando lo más grave que nos ha pasado ha sido tener que operarnos de amigdalitis.
Hoy me enfrentaba a la pregunta de la encuesta de El país, perpleja. ¿A qué edad puede decidir una persona sobre su vida? Mi madre con muchos menos años que yo dejó sus estudios para empezar a trabajar, porque en su casa no había dinero; mi padre con catorce años era el cabeza de familia y en el fondo de su ojos dormían historias que le habían roto la infancia.
Hace poco escuchaba a unas amigas hablando de cómo sus hermanas se preocupan más por la moda y los chicos, con sólo doce años, que por tener amigas o simplemente disfrutar de las últimas puntadas de los privilegios de ser niños. También me sobrecogía ver a una chica de quince años con una gran barriga de embarazada y la cara poblada por el acné.
¿A qué edad puede una persona decidir sobre su vida? ¿Acaso a los veinte años dejaremos para siempre de ser inmaduros porque ha llegado la hora? ¿Acaso a los quince nuestras opiniones son simples habladurías de críos adolescentes?
He dejado la encuesta sin responder, quizá porque tampoco tengo respuesta. O, también, porque cada persona es un mundo, cada vida es una historia cargada de sombras y secretos, y decidir, se tenga la edad que se tenga, sobre nuestra vida, nunca es fácil.

domingo, 2 de noviembre de 2008

La maldición

Asha, lapidada.
María, degollada.
Giannina, violada.
Susan, pateada.
Chahida, silenciada.
Heidi, quemada.
Rocío, encerrada.
Josephine, amordazada.
Ivonne, secuestrada.
Ying, torturada.
Zulema, abofeteada.
Pilar, enterrada.

Dime, Dios mío, por qué este castigo, dame motivos para tanta irracionalidad, para tanta maldad, para tanta cobardía, para tanta injusticia. No hay porqués que justifiquen tanto dolor, no hay razón que acalle esta locura. ¿Es la maldición de Eva, es que va en la sangre o es que está anclado en las mentes más salvajes?

martes, 28 de octubre de 2008

Los invisibles

La cajita donde se encuentran todos nuestros sentimientos es frágil. Pero más fácil aún es herir a los que más queremos, y difícil, muy difícil, pedir perdón y reconocer nuestros errores.
Sigo pensando que no somos conscientes de lo que la vida nos ha regalado, de nuestra suerte. Valoramos muy poco lo que tenemos. Y vendemos nuestra alma a más de un diablo terrenal creyendo que la felicidad puede comprarse. Quizá no sea tan complicado construir un imperio como cuidar la relación con las personas que nos acompañan en nuestra vida, la más cotidiana, que no tenemos en cuenta sino cuando nos hace falta.
Para mí es un orgullo tener la familia que tengo, los amigos que me dejan estar junto a ellos y los conocidos, aquellos que se paran cuando te ven en la calle, los que te dirigen una sonrisa sincera alegrándose de que las cosas te vayan bien.
Sueño, y mucho, con miles de proyecto, pero nada tendría sentido si no pudiera contárselo más que a mi almohada. Doy gracias porque puedo tomar un café, llamar por teléfono, dar un abrazo...y es en buena compañía.

lunes, 20 de octubre de 2008

En llamas


Given to fly de Christine Comyn

A veces me gustaría simplemente echar a volar, desempolvar las alas y emprender la huida.
Sé que pasarán los días de fuego, llegarán días de ceniza y de nuevo, cual ave fénix, renacerán los tormentos. Pero quizá también estar en llamas es una forma de saber que estás vivo.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Mira la realidad



- 50 millones de infectados con el HIV y la gran mayoría sin ningún tratamiento ni atención.
- 800 millones de personas no tienen acceso a la comida suficiente para alimentarse.
- 1100 millones de personas sobreviven con menos de 1 dólar diario.
- 1200 millones de personas no tienen acceso al agua potable.
- 10 millones de niños y niñas mueren antes de cumplir los cinco años por causas evitables
.- El 70% de las personas pobres del Planeta son mujeres.
- El 10% de la población mundial disfruta del 70% de las riquezas del Planeta.
- El 75% de las personas pobres son campesinos y campesinas.
Pobreza cero

Nací en un hogar donde me querían, donde me educaron y me mimaron; crecí gracias al apoyo de mis padres, de mi familia. No me faltó nunca la comida, no tuve que trabajar y pude estudiar sin ninguna dificultad. En todos mis reyes y cumpleaños tuve muchos regalos, no tuve frío porque me abrigó la ropa y no tuve miedo porque siempre viví en una casa sólida y confortable. Ahora estudio en la universidad, tengo caprichos y mucha menos conciencia de lo que me gustaría.
Con no ver el telediario huyo del horror que se vive lejos de mi burbuja. Con no salir de mi tuenti y no oír más que la música de mi mp3, vivo protegida del dolor ajeno, protegida de la culpabilidad y el remordimiento de estar de brazos cruzados mientras, no muy lejos de mí, la gente sufre, la gente llora, la gente muere y a nadie parece importarle demasiado.
Odio la hipocresía tanto como a la injusticia, pero más odio mirar para otro lado sin tener valor para plantar cara a la realidad.
Las cifras que he puesto arriba son sólo números; no hay nombres propios en esas líneas, no conocemos los rostros de los niños y niñas, hombres y mujeres que día a día conviven con la enfermedad sin medios ni ayuda, que sobreviven entre lobos, que han visto la muerte de sus seres queridos, que han sido maltratados por la vida desde que han llegado a este mundo.
Me hago muchas preguntas, por desgracia, las respuestas me llevan a la rabia. Nos dan mucha pena los grandes ojos de ese niño de la foto, nos rompe el corazón pensar, sobre todo, en los niños que beben agua no potable, en los niños que rebuscan en la basura algo de comer. Sin embargo, es mucho más fácil no hacer nada, simplemente dedicarse a criticar a las ONGs que estafan, que roban nuestro preciado dinero, es más fácil criticar a los gobiernos, a esos corruptos que se enriquecen a costa del sufrimiento ajeno. Es más fácil sentarse a despotricar que realmente intentar hacer algo, aunque simplemente sea darse cuenta de qué suerte hemos tenido y qué desagradecidos somos.
Hay quien llora por verdaderas estupideces, mientras otros sonríen porque han comido, porque siguen vivos un día más.
Hoy les dedico mis palabras a ellos, los supervivientes al horror; no sé si existe un Dios que les compensará todo este sufrimiento algún día, pero de lo que estoy segura es que si queremos que las cosas cambien, no las cambiaremos entre lágrimas y rezos.
Hay que actuar.

15 de Octubre, día de la acción

martes, 7 de octubre de 2008

Días dulces

Aquí ando, resfriada y hasta arriba de trabajo. En vez de psicología debería proponerme poner una fotocopiadora, porque allí me estoy dejando hasta los tuétanos. Ya llevo varias semanillas siendo universitaria y por momentos deja de ser un evento tan especial, sobre todo cuando estás dos horas en una clase donde todo lo que dice la profesora te suena a chino (¿fosfolípiqué? , ¿hidrofóbica? :). Sí, hoy era una universitaria que creía que se había equivocado de carrera. El pánico inicial se ha convertido en un profundo temor al parcial que tengo a final de mes. Así que ya estoy convertida en la histérica que realmente soy, intentando descifrar qué es esa cosita redonda con muchos nombres raros de lo que estamos compuestos.
Sólo llevo dos días de semana y ya quiero que sea sábado para estar con mi gente, aunque sé que sólo hablaremos de lo mismo, nuestras carreras...hemos dejado de ser personas para convertirnos en estudiantes.
Qué más os puedo contar para que no dejéis de leerme por pesada y mono-tema...¡me van a comprar un cochecito! Un ford fiesta azul, pequeñito para que yo dé vueltecitas y presuma de ser toda una conductora :)
Siento que el tiempo vuela, que los días se me pasan horriblemente rápido y que hago menos de lo que me gustaría. Supongo que aún estoy en periodo de adaptación.
Y a pesar de todo, reconozco que son días bastante dulces...

miércoles, 1 de octubre de 2008

Sonrisas, proyectos y suerte

Estoy muy feliz. ¡Ayer aprobé el examen de conducir! Qué alivio terminar al fin y ser L.
Estoy adaptándome a la universidad, conociendo a gente nueva que tiene mucho que dar y con la que espero vivir muy buenos momentos en estos largos (pero cortos) cinco años que debería durar la carrera. Me gustan las clases, aunque odie madrugar. Hay algunas más interesantes que otras, pero casi después de todas llego a casa con la grata sensación de haber descubierto un misterio que desconocía.
Echo de menos muchas cositas del verano, sobre todo estar todo el tiempo con la gente que quiero. Ahora todos nos vemos envueltos en la rutina de las clases, los quehaceres, los exámenes y los trabajos. Pero supongo que es normal y que todo tiene que fluir, seguir su rumbo.
He prometido mejorar así que ese es mi propósito más inmediato. Tener más paciencia, ser más cariñosa, intentar no dejarme influenciar por los prejuicios y aparcar el rencor. Creo que es un buen principio y es imprescindible que después de todos los regalos que me está dando la vida, yo lo agradezca haciendo un poquito de bien, que al mundo le hace falta.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Siempre más

Estoy nerviosa. Como mariposas revolotean en mi cabeza mil pensamientos, algunos más bonitos que otros. Mañana empiezo la facultad, estoy ilusionada aunque no puedo evitar sentir una punzada de pena al decirle adiós a este hermoso verano. Echaré muchas cosas de menos a partir de mañana: las dulces mañanas sin prisas, la ausencia de papeles desordenados en el escritorio, las noches infinitas vagando sin rumbo por el océano caótico de mis invenciones.
Ayer me sentí mayor, diferente. Sentí seguridad en mí misma, la responsabilidad cayendo sobre mí y la sensación extraña pero adictiva de la falsa libertad que creemos tener sobre nosotros.
Me examino el día treinta de conducir, confieso que estoy histérica pero muy impaciente. Estoy pendiente de un hilo porque posiblemente vuelva a trabajar, y lo estoy deseando.
Sufro por mis amigos que sufren y sonrío gracias a que veo a otras personas que quiero muy felices. Pero qué hay de mí...sólo pinceladas sin importancia, aún no sé dónde estoy o cómo. Me busco pero no me encuentro. Sé cuáles son mis circunstancias pero aún no encuentro palabras para definir lo que pasa dentro de mí. Quizá ahora mismo es el tiempo, y no yo, el que juega las cartas. Quiero volver la vista atrás y me sorprende ver cómo los años han volado sin que me diese ni cuenta.Supongo que eso es porque he sido feliz. Quiero más, quiero más vida, más, más...allá voy.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Noches de ilusión

Echaba de menos las noches, ese silencio cómplice de la oscuridad que te sigue sin romper las promesas. Hoy estoy contenta, por muchos motivos, algunos difíciles de explicar.
Me gusta el rumbo que está cogiendo mi vida. Miro a mi alrededor y me veo abrazada por muchas caras amables que despiertan en mí sentimientos de cariño, que me hacen recordar y otras, que me hacen soñar. Después de malas rachas, hondas decepciones, lágrimas y rencor, llegan nuevos amaneceres llenos de energía. Si hoy empezara el día, querría comerme el mundo y llenarlo de besos. Atrás dejo lo malo, no quiero que me acompañe en el camino que recorro con tanta ilusión. No quiero borrar el pasado, sino aprender de él.
Hoy tengo fe, en el mundo que se rompe, en las personas que crecen a base de errores, en ese Dios tan extraño que no me acerco a comprender pero que siento en alguna parte de mí....sí, hoy tengo fe, sobre todo y, egocéntricamente, en mí.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Dimes y diretes


No entiendo. Estoy en una encrucijada llenas de palabras vacías. La verdad se nota por su ausencia, y a pesar de que intento sacar algo en claro, sólo encuentro sombras.
Ayer hice mi primera terapia como estudiante de psicologia. Me llamaron para hablar y, efectimante, hablaron. Mucho tiempo. Muchas incongruencias. Nunca me ha gustado ese juego sin sentido de hablar por hablar, y sobre todo mal, de las personas que no están. Reconozco que echo muchas risas con mis amigos, risas malignas pero sin maldad, hablando de otros. Pero, jamás hablaría de amigos por la espalda. No soy una persona de doble cara aunque, curiosamente, alguna que otra vez me hayan espetado que lo soy. Supongo que cada uno ve lo que le conviene y cree lo que le beneficia. Es mejor ser víctima que verdugo y llorar que soportar las críticas. Sin embargo, ¿cuál es el precio de esta maldita hipocresía? Engaños, desconfianza, malestar, mal rollo. Me entristece que las relaciones se vean tan dañadas por culpa de no decir la verdad en el momento apropiado. Meter a personas por medio, como yo en este caso, sólo sirve para empeorar la situación.
Dentro de un rato iré a tener una noche de diálogo y, espero, comprensión. Últimamente la idea de la mediación me ronda mucho por la cabeza, pero, por desgracia, hay cosas que son imposibles de arreglar y, sin duda, hay personas que son imposible reconciliar.

martes, 2 de septiembre de 2008

21 días

El tiempo juega. Ya llegó septiembre y miro atrás para recordar, sintiendo que estos meses se han esfumado demasiado pronto.
De nuevo vuelvo al paro. Me han echado sin muchos miramientos y lo peor es que son "amigos"... Lo importante es que me llevo buenos amigos y un dinero que ha pagado cosas importantes. La verdad es que intento ser positiva pero me ha sentado fatal y ahora me siento un poco perdida.
Ya empieza la cuenta atrás. Quedan 21 días para la entrada a la facultad. Creo que me muero de ganas aunque también de nervios. Quiero exprimir cada uno de esos días, invertirlos en estar con la gente que quiero y de la que ahora me voy a ver forzada a separarme, a no verles cada día y a encaminar nuestras vidas por sendas diferentes.
Aunque reconozco que el mes de septiembre no me gusta ni una mijita, tiene su encanto especial, me trae olor a libro nuevo, a hojas y bolígrafos, a nuevas caras y antiguos miedos. Sobre todo, a grandes ilusiones.
Hoy estoy regular, aún resfriada y con los ánimos regular. Voy a salir a comprar regalos de cumpleaños y de paso a despejar la cabeza. Ojalá encuentre la inspiración que me falta para dejar mi piel y sumergirme en otros mundos. A veces me gustaría cerrar los ojos y estar, simplemente, fundida en un abrazo.

jueves, 28 de agosto de 2008

La siguiente marcha


Arranca. Oye el motor, quita el freno de mano. Mete primera. Avanza, no muevas bruscamente. Atenta, mira el indicador y cuando llegues a veinte, es la hora. Ahora suelta el acelerador, pisa el embrague, cambia la marcha, suelta el embrague y pisa acelerador....Lorena...estás pisando el acelerador....Lorena...suelta el embrague....¡Lorena que te estrellas!
Ay, madre mía. Me faltan pies, ojos y manos. Tiempo al tiempo, esto de ser conductora no es tan fácil. Estoy aprendiendo poco a poco, con mucha paciencia, prudencia e ilusión. Me gustaría coger el coche y perderme a un lugar desconocido, poner la radio y escuchar las canciones que me gustan, hacer un viaje con buenos amigos.
Estoy un poco resfriada y mi voz se ha perdido, devorada por la ronquera. Son días extraños, de calor pesado y cielo encapotado. Trabajo todas las noches, esas que tanto echo de menos, pero el cansancio me regala una gran satisfacción. Independencia, libertad, orgullo y un sentimiento profundo de responsabilidad. No estoy leyendo lo que me gustaría y los libros me miran con rencor desde la estantería.
Y lo peor de todo es que ya se acerca el fin del verano. Me dan escalofríos de pensar en lo que viene. Aún estoy intentando descifrar si tengo más miedo o emoción.
Sea lo que sea, pronto lo descubriré, espero, como a dominar las marchas y los pedales del coche.

jueves, 21 de agosto de 2008

Silencio

Mi más sentido pésame a los familiares de las víctimas del accidente aéreo en Madrid. Siento dolor por esta injusticia, lloro la tragedia donde tantas personas que iban a disfrutar de unos días de vacaciones han perdido la vida y los sueños. No se puede decir nada que alivie, que calme, que haga olvidar, hasta las palabras son inútiles. Sólo queda ceniza y tristeza, incomprensión y rabia.
Y para los que nos quedamos, esperanza. Ojalá que aprendamos a valorar nuestra suerte, porque hoy somos los afortunados que no íbamos en ese avión ni los que ahora se debaten entre la vida y la muerte en los hospitales, quemados, heridas que nunca cicatrizarán del todo.

domingo, 17 de agosto de 2008

Azuloscurocasinegro

Estoy jodida.

Ahora mismo todo mi caos mental me afecta en el cuerpo; estoy cansada y deprimida. Y eso que estamos en feria por aquí y todo se llena de luces, de gente, música y fiesta. Pero bueno, mi feria particular empezó fatal porque me robaron el día de los fuegos artificiales. Además, ni dinero ni móvil ni cámara, sólo llaves, documentos y mis gafas (ahora soy una miope ciega). Menudo lío porque a unos desgraciados les apetezca quitarte lo poco que tengas.
Además, de nuevo la gente me decepciona. No entiendo nada. ¿Por qué le gusta tanto a cierto tipo de personas hablar mal de otras y decir mentiras? Me hace daño que hablen mal de mí pero más aún que hablen de mis seres queridos cuando sé perfectamente que lo que dicen es falso. De nuevo siento esa sensación de asco en el estómago, de repulsión y rabia. Creo que la única manera de combatir esto es seguir fiel a lo que soy.
Me acojo a la esperanza de que todas las malas rachas pasan; por suerte soy positiva y lo que un día son lágrimas al día siguiente son sonrisas. Así que espero que pase rápido el día, que me olvide de todo y disfrute de esta semana tan especial. Lo único que necesito es mucho cariño y comprensión...y, de nuevo, afortunada soy, porque lo tengo a manos llenas...


lunes, 11 de agosto de 2008

Identidad


Vuelan las horas y un buen día te das cuenta que estás entrando en la mitad de agosto, que huele ya a septiembre. Repaso lo hecho, encontrando retos superados y un gran montón de cosas por hacer. Por primera vez estoy saboreando el primer trabajo, ese que te da un poquito de libertad a la vez que, paradójicamente, también te la quita. Estoy leyendo menos de lo que me gustaría pero aprovechando los días de largas conversaciones, huyendo del calor y la modorra, bañándonos desnudos cuando nadie nos ve, confesando secretos a media voz para que nadie se escandalice.
De pensar en lo que se avecina siento un cosquilleo de impaciencia y miedo. Qué de sueños hay desparramados, qué de dudas me persiguen.
Sigo arrastrando la cuentas pendientes, intentando plantarle cara al pasado aunque cueste.
Últimamente he estado flotando en el silencio, no sé por qué pero no termino de estar a gusto conmigo misma aunque desconozco con qué parte, si con la que me devuelve el espejo o con la de más adentro. ¿Es el calor o la identidad juguetona que se resiste a definirse?
¿Quién soy?, ¿a dónde voy? ¿Espero o desespero?, ¿cuándo se va a desatar el nudo que me aprieta?

sábado, 26 de julio de 2008

Llamadas del pasado



Y supo que pronto estaría de vuelta, porque quienes se huyen, se acaban buscando. - Querido Caín de Ignacio García-Valiño

Hace poco mi hermana y yo hablábamos de lo que había cambiado de unos años a ahora. De más pequeña era dura como la piedra, cualquier herida o problema no conseguía de mí más que indiferencia. Y ahora, ¿quién soy? Hasta las lágrimas de cocodrilo me hacen llorar.
He esperado mucho tiempo, esperé todos los días a que la vida volviera a tener un orden y sentido lógico. Cuando no lo encontré, me acostumbré al caos y, poco a poco, me asenté entre los cambios. Intenté alejar de mí la rabia y el rencor, intenté no tener más esperanzas vanas y, simplemente, seguir adelante sin mirar nunca atrás, ni pensar en lo que tuve. Y, es curioso, cuanto menos deseas, las cosas ocurren. El por qué aún no lo conozco, debe ser por esta maldita manía de querer dar sorpresas para que nos desconciertemos.
Ante la llamada del pasado, me quedé rígida; ante la llamada del pasado intenté frenar los recuerdos amargos, las noches de dudas, las malas miradas, las lágrimas que queman la piel y las traiciones que rompen la fe. Pero, como ya vaticinaba, ya no soy la misma, ya no soy piedra y, el pasado es mi mayor debilidad. Aquí lo tengo, bien clavado en la garganta, viajero de primera clase por mi cabeza.
Qué sencilla parece la palabra perdón. Qué intolerante aquel que lo rechaza. Qué ignorante aquel que juzga sin saber.
Me doy cuenta, más que nunca, de lo difícil que es decidir. Decidme vosotros, espectadores objetivos, ¿conciencia o corazón?, ¿orgullo, olvido, rencor, justicia? Decidme si se pueden perdonar las traiciones, decidme si debo actuar conforme a mi deber o si, por una vez, debo mandarlo todo a la mierda, su perdón y mis valores, pero así, hacerme justicia a mí misma.

miércoles, 23 de julio de 2008

Transformaciones


Ya está, soy estudiante de psicologia.
Me sentí extraña en un ambiente desconocido aún. Paredes llenas de palabras y nombres, aulas que me esperan, pizarras vacías y muchas páginas por escribir. Me ha costado decidirme muchísimo; he pasado noches en blanco, dibujando una y otra vez un futuro incierto, vidas que probablemente no viviré más que en sueños. Aún busco mi identidad, pero mientras tanto camino por nuevos senderos. Estoy deseando y esperando tantas cosas...me devora la emoción.
Pero, no me queda tiempo para desesperar, porque últimamente no hago otra cosa que moverme, de un lado para otro, aprendiendo, riendo, conociéndome más a mí misma, notando mis miedos y angustias, queriendo a mi gente y dando ánimos, porque aunque quiero, no puedo solucionar todos los problemas. Pero sí puedo estar ahí, para intentar pintar sonrisas y espantar la soledad.
Siento un revoltijo de sentimientos en mi estómago, mi vida va cambiando y, aunque me da vértigo a veces, reconozco que me gusta.

jueves, 17 de julio de 2008

Aprendiendo entre huracanes

Empecé con mucha ilusión un trabajo realmente difícil: conseguir la atención de desconocidos. Lo más importante era que los beneficios de esa escucha ayudarían a los más necesitados. Confiando en mí misma me aventuré a intentarlo.
El primer "no" me chocó. El segundo me hizo un nudo en la garganta. El tercero me frustró de sobremanera. El cuarto lo oí con resignación. El quinto me dolió un poquito menos. Fue pasando el tiempo y no conseguía más que sentirme decepcionada. Se me iba acumulando rencor hacia aquellos que me miraban mal, aquellos que ni siquiera me decían "Lo siento" y, sobr todo, hacia todos aquellos que balbuceaban, como si fuera una ley universal esa maldita frase de: "No tengo tiempo". Sin embargo, intenté aferrarme a lo positivo, al recuerdo de las personas que se pararon a escucharme, a los que pararon su frenética carrera contra el tiempo y las preocupaciones para empatizar y, al menos, regalarme una sonrisa.
Yo, que creo que soy fuerte y valiente, me vi entre la masa que me ignoraba y me sentí como una niña pequeña, insegura y temerosa de las malas miradas y las palabras amargas. Sin embargo, no desistí y al día siguiente, volví con más positividad a regalar "Gracias" a toda la persona a la que me dirigía, aunque no recibiese la misma consideración.
Cuando terminaba el día y yo seguía sin conseguir ninguna persona que colaborase (económicamente, todo hay que decirlo), me encontré con ella. Era una mujer con el ceño fruncido, mayor pero con una extraña vitalidad. La paré, me escuchó y luego me llegó el turno. Fui incapaz de parar aquella ola expansiva, fui incapaz de no sentir el dolor y de imaginar la vida desgraciada que salía por los labios de María. Y claro, sus palabras me emocionaron tanto que entre ella y yo, tras escasa media hora de miradas y confesiones, había surgido una extraña conexión. Quizá fue el abrazo de apoyo, el abrazo de energía para seguir adelante, a pesar de todo y desafiar a la vida, a Dios si es que existe y a todas las circunstancias.
Mi coordinador me había observado y, con un rostro inefable esperó a que le contase. Y, ¿qué dije yo?:
- No sirvo para este trabajo.
Al fin y al cabo, así soy yo. Me gusta escuchar a la gente y, la verdad, aunque me encante hablar, muchas veces me cuesta hablar de mí misma cara a cara y elijo el papel, las letras, las palabras que nacen de mis manos para dibujarme. Soy paciente y me falta impaciencia para muchas cosas.
Luego muchos me dijeron que había perdido el tiempo allí, en la calle, aguantando el calor y el bochorno. Pero yo sonrío recordando cada momento, los de verguenza, los de coraje, los de rabia, los de emoción, los de encuentro. Es algo maravilloso aprender, aprender de los testimonios, aprender observando, aprender del dolor.
Y de vuelta a casa pensé que lo único que quería tras todo el huracán, simplemente, era escribir.

miércoles, 9 de julio de 2008

Hojas en blanco


Me levanto cada mañana con la extraña libertad del que no tiene grandes responsabilidades que afrontar. Disfruto de mi tiempo, leo tranquilamente Un mundo sin fin que me tiene enganchadísima, duermo, paseo cuando el calor amaina, tomo el sol en la playa y no soy consciente de lo afortunada que soy, pues mientras aprovecho mis días de puro ocio, otros trabajan incansables, madrugando y lidiando con los grados.
Sin embargo, no soy del todo feliz. Hay algo que me falta y su ausencia no me deja de perseguir. Yo, que llevo todo el curso sufriendo por no poder dedicarle todas las horas que anhelaba, ahora que puedo, se me escapan las palabras. Me siento delante del papel, con una sonrisa al principio, con el ceño fruncido cuando veo que sólo he dibujado mi pobre imaginación en tres palabras y que no termina de nacer lo que quiero escribir. ¿Por qué ahora no me despierto soñando nuevas historias?, ¿por qué ahora camino y observo a la gente y no invento para ellos vidas curiosas? Quizá he creído durante mucho tiempo que mi vida tenía un fin que no tiene. ¿O acaso, como lloraban los poetas, la inspiración se ha ido a refugiar en brazos de otra mente más prodigiosa? Es frustante que las palabras bailen solitarias, que haya rostros en mi cabeza sin nombre ni pasado, que existan páginas que no vaya a escribir.
Me asusta de sólo pensarlo. Por eso, hoy voy a salir a la calle a la caza de las ideas...

viernes, 27 de junio de 2008

La buena vida

Sí, sí, sí.
Le saco la lengua a los miedos, a las burdas competiciones, a lo que me hizo daño, a lo que no me valoró. Adiós con una sonrisa, la misma que recibe al futuro con los brazos abiertos.
Me pica el gusanillo de la curiosidad. Miles de preguntas se pasean por mi cabecita, en busca de ansiosas respuestas. ¿Qué va a ser de mí?, ¿cómo será esta nueva etapa?, ¿a quién conoceré?, ¿qué sentiré?, ¿qué viviré?
Sea como sea, no tengo prisa aunque sí muchas ganas. Quiero nuevas experiencias: nuevos rostros, más letras, más amaneceres y bellas poesías. Ahora sí, quiero saltar sin saber cuál es el lugar de aterrizaje. ¿Acaso importa? La inquietud muchas veces es buena, espanta al sedentarismo que va de la mano del conformismo. Por favor, ¡quiero sentir la vida corriéndome por las venas! Porque esto sí que es vida...la buena vida.

domingo, 22 de junio de 2008

Cosas que decir

Mientras resguardo a mis palabras en el silencio, me pregunto cuánto tendré que esperar para que se escuche mi voz. ¿Acaso llega una edad, un momento clave en tu historia, en el que las personas que llevan toda tu vida diciéndote que no sabes nada, que no tienes experiencia para comprender u opinar, valoran tus opiniones y te muestran respeto? Odio esa maldita manía que tienen muchos de despreciar al joven que deja entrever que tiene ideas propias, que no consideran otros puntos de vista más que los suyos propios, que están enjaulados entre sus propias verdades, incapaces de ver más allá de sí mismos. Siempre habrá alguien que tenga más edad, más cultura, más experiencia, para demostrarnos cuán equivocados estamos y qué ignorantes somos. Siempre alguien estará a tu lado, recordándote que no eres más que un insignificante ser que cree poseer la verdad entre sus frágiles sueños.
Ya basta. Quiero que por una vez se oiga a los locos que hablan solos, a los pobres ilusos que creen en la facilidad de sus proyectos, a los niños sabios que observan la vida con ojos tiernos, a los silenciados a los que nunca se tiene en cuenta, a todos los que tenemos cosas que decir, cosas que contar al mundo. Aunque haya quien no lo crea, todos tenemos derecho a decir lo que pensamos, por muy erróneo, incorrecto o estúpido que sea. Al fin y al cabo, él, ella, tú y yo, debemos admitir (por más que nos cueste) que no sabemos nada de nada por mucho que aparentemos.

jueves, 19 de junio de 2008

Saludos al estío

Llega la noche, aparecen mis verdades. Intento poner nombre a lo que me habita, no sé por qué ( aunque quizá sí) me siento tan extraña. La emoción me ha paralizado, son tantas cosas que siento, son tantas las cosas que llevo dentro...Cómo definir estos días, me faltan palabras. Esperaba algo diferente, esperaba actuar de una manera distinta, no contaba con toparme con inesperadas sorpresas, no esperaba las minúsculas estupideces en las que he caído. Mis expectativas, como casi siempre, han fallado. Y ahora, aquí sentada, conmigo misma, desnuda ante la evidencia y el blanco del papel, me pregunto, ¿por qué? ¿Por qué no estoy tremendamente feliz? Ya ha acabado, por fin, la pesadilla terminó. Debería estar dando saltos de alegría y, sin embargo, me encuentro rara y ausente, pensativa y quizá un poco decepcionada. Pero bueno, las cosas a veces no salen como uno las planea y es lo mejor.

Ahora tener tanto tiempo libre casi me asusta. Puedo dormir hasta la hora que quiera, puedo leer al fin, sin preocuparme por deber estar haciendo otra cosa. Puedo salir sin la presión de tener que estudiar. Puedo escribir y dejarme llevar hacia donde la imaginación desee. Después de todo esto, esta libertad me hace sentir un intenso cosquilleo en el estómago. Supongo que no tardaré nada en acostumbrarme a lo bueno y aprender a disfrutar de todas las ventajas de estas maravillosas vacaciones.

Pero, voy creciendo. Y esto es una responsabilidad. Además de nuevos retos, veo de cerca nuevas responsabilidades. Es inevitable, es ley de vida. Sea como sea, en este estado de confusión, sigo asimilando que todo ha pasado y que ha llegado, el verano ya ha llegado.

viernes, 13 de junio de 2008

The rest is still unwritten...

Ya queda menos. La cuenta atrás: sólo tres días. Estoy deseando que pase muy rápido todo y terminar al fin. El consuelo para esta lenta tortura es el premio, un verano lleno de proyectos y tiempo para disfrutar, disfrutar muchísimo de cada segundo merecido.
Siento unas cosquillas deliciosas al pensar en todo lo que viene después de esta semana, de todo lo que me espera. Tan sólo un empujoncito más y se acaba, se acaba al fin.
En estos días me doy cuenta de todo lo que realmente he aprendido, de todo lo que he trabajado y que ahora me facilitan la labor de recapitulación y resumen. Sólo espero ahora que el esfuerzo se vea recompensado. Aunque no hay nada escrito, voy a tomarme un gran vaso de fuerza y positividad para saber, a ciencia cierta, que todo va a salir bien.

lunes, 2 de junio de 2008

Globos expansivos y constelaciones de palabras

Se calcula que en el cerebro humano hay cerca de 10 000 millones de neuronas, y el número de conexiones posibles es de 10 elevado a 800 (un 10 seguido de 800 ceros). En cambio, el número de átomos que los astrofísicos calculan para todo el universo es de 10 elevado a 100 átomos. Muchísimo menos que las posibles conexiones neruonales del cebrero humano. No hace falta hacer viajes interestelerares para descubrir otros universos, porque dentro de nuestro cerebro existen infinidad de mundos, que aún están por descubrir. - Enrique Páez en Escribir

En un mar de cambios, viento fuerte golpea al barco de mis ilusiones. Sonrío al encontrarme con el sol de cara, los sueños que se cumplen son como el chocolate que esconden los helados. No puedo esquivar a los nervios y a la incertidumbre, me siguen acechando a pesar de todo. Sin embargo, ahora lo vivo de otra manera. Soy un poco más libre, un poco más feliz con motas de tristeza. Como una pequeña burbuja, floto en el tiempo que me balancea mientras el reloj marca las horas que quedan. Es un consuelo y un gran alivio, refugiarme en brazos de mi amante, entregarme al deleite de cada uno de los significados que entraña esta poesía invisible.
Quisiera compartir tantos sentimientos, tantas emociones que ansían salir a la superficie. Aún las guardo bajo llave, previsora, como globos que poco a poco se inflan, alimentándose de la savia que destilo, sé que explotaré, deshaciéndome en pompas de jabón. Cada globo, un sueño, una idea, un proyecto, un deseo. Todo, mi universo, las constelaciones de palabras que me definen, que amo, que necesito. A él me aferro para escapar del tedio, a él viajo con cada pensamiento...

jueves, 29 de mayo de 2008

Lágrimas de alegría

Ha sido un día intenso, lleno de emociones encontradas. He repasado los últimos seis años de mi vida de un plumazo. Olvidé detalles del pasado, pero me quedé con lo verdaderamente importante: lo que sentí. Sonaba la canción de Cómo hemos cambiado y yo revisaba mis cambios: cambios de amigos, cambios de sueños, cambios de pensamiento...Y acabé, después de cantar y bailar, reírme junto a los amigos que antes fueron enemigos, comer y preparar menciones especiales, llorando de alegría.
Llorando cuando se premió al esfuerzo, llorando, sintiéndome feliz al ver a las personas que quiero felices, llorando por todo el tiempo que se fue, por todas las palabras que no dije, por todos los instantes que desaproveché y por aquellos que exprimí con devoción. Lloré de alegría, dándome cuenta de que no sé nada de la vida, de que soy pequeña y de que la belleza de la amistad me emociona.
Aunque nuestros caminos vayan a separse, nos unen los recuerdos. Nos unen las historias, anécdotas y momentos que hemos compartido. Deseo con toda mi alma que cada sueño sea alcanzado, que cada persona encuentre su felicidad. Y, sobre todo, que al reencontrarnos, un día por casualidad en la calle, no volvamos la cara, nos sonríamos y podamos embriagarnos de los recuerdos, aquellos momentos que nos hicieron crecer.


Cuando Me Vaya - Melocos y La Quinta Estacion

viernes, 23 de mayo de 2008

Qué asco


Qué asco de hipocresía, ¿alguien puede creerse sus mentiras? Qué asco de egoísmo, luego van diciendo que son muy humanos, muy cristianos. Qué asco, qué repulsión tan enorme, cuando observas a los corazones de piedra ignorar al que sufre. Cuanto desprecio siento hacia todo aquel que mira de reojo al que llora, porque le preocupa más su propio juego, aquel donde todo vale y el fin justifica cualquier medio.
Hay una tempestad en mi interior, una furia muy grande que me carcome. ¿De qué te sirve ser el mejor matemático, si no se te remueve nada frente a las injusticias? ¿De qué te sirve que tener un diez si suspendes respecto a la compasión?
Qué asco y qué decepción, qué rabia, qué dolor. Hoy me dí cuenta de que hay un gran abismo entre mi pasado y yo. Jamás dejaré de abrazar al que se consume, mucho menos por engrandecerme y llenarme de números vacíos.
Qué asco, qué ciegos estamos.
No te preocupes, preciosidad, no estás sola...y no te preocupes por quien te dio la espalda, en la vida lo pagarán...

jueves, 22 de mayo de 2008

Una pequeña función

¿No os da la impresión de que el tiempo es travioso y, justo cuando queréis que pase rápido, es eterno?
Voy contrarreloj, haciendo tachaduras en el calendario, disfrutando de los pequeños momentos. Hoy paseaba y disfrutaba del sol con olor a verano, planeaba estrategias, ideaba nuevas tramas para mis encrucijadas, anhelaba tener un cuerpecito pequeño que estrujar. Mi cabeza está más activa que nunca, pero, cuando se trata de estudio, se rebela y pide clemencia. Hoy tocaron derivadas y límites. Qué forma de perder el tiempo, ese que hoy me torturaba pasando más lento de lo normal y volando en esos instantes que yo quisiera, jamás se alejaran de mí. En fin, tendré que conformarme, al fn y al cabo, no soy más que una pequeña función que tiende a más infinito...

sábado, 17 de mayo de 2008

Hacia lo incondicionado

La razón no puede permanecer en la mera postura negativa descubierta por la crítica de la razón pura, porque en el ser humano existe un ansia irrefrenable de encontrar algo más allá de los límites de su sensibilidad. Esto se debe a una tendencia innata que nos impulsa hacia lo incondicionado, hacia la superación de los límites impuestos por la sensibilidad y el entendimiento.

He aquí el pensamiento de Immanuel Kant, el filósofo ilustrado por excelencia. Leyéndole, a pesar de la complejidad de sus pensamientos, he descubierto estas palabras que me han hecho reflexionar.
Es curioso, ¿no? Muchos se declaran conformistas, no buscan más preguntas que hacerle a la vida o al mundo, se asientan en el lugar donde están. Otros, siguen soñando, inconformistas y rebeldes, buscando, buscando intensamente, aunque no sepan qué buscan exactamente. ¿No es lógico pensar que ese ansia irrefrenable, de la que hablaba Kant, es lo que nos hace humanos? Soñar, soñar en mayúsculas, superar las barreras de lo lógico, de lo racional, imaginar lo inimaginado, crear universos paralelos, desear amores imposibles, creer y mantener incorrupta la fe de que podemos mejorar.
En pocos días decido mi futuro más inmediato, y lo único que siento ante ello es nerviosismo. La incertidumbre me corre por el cuerpo, haciéndome casi cosquillas. Sonrío al ver todo el camino andado, lo cerca que estoy de nuevas aventuras pero, a pesar de todo, me entristezco al pensar que he de abandonar un lugar que amo.
Leyendo a Kant me doy cuenta que quizá sea así la vida: llegar, conocer, ansiar algo más y volver a emprender esa búsqueda. Esa esencia es el motor que nos impulsa a seguir soñando. ¿Por qué conformarse?, ¿por qué rendirse? Aunque suene muy metafórico (y seguramente lo será), es triste parar de batallar, olvidar esas utopías (nocturnas y diurnas) y comenzar el círculo vicioso de la rutina. Siguiendo con Kant, soñar debería ser un imperativo categórico. Sí, habría que tatuarlo dentro de cada uno de nosotros: ¡Sueña!, para que no se nos pasara por alto el detalle de que, la vida es sueño.

martes, 13 de mayo de 2008

El ángel que voló

Irena Sendler murió ayer.
Muchos desconocen a esta mujer, conocida como "el ángel del Gueto de Varsovia". Irena salvó a 2.500 niños judíos de la muerte, en el holocausto nazi. Fue torturada por la Gestapo pero no reveló ni un detalle de su obra. La condenaron a muerte pero se salvó.
Durante años la historia de esta gran heroína fue ocultada, tapado por 40 años de régimen comunista. Fue propuesta para el nobel de la paz en 2007, aunque finalmente no lo recibió.
Irena arriesgó su vida, lo dio todo por salvar a los demás. Irena decía que: "podía haber hecho más". Sin embargo, lo dio todo.
La madre de los niños del Holocausto hoy descansa en paz. Que su nombre y sus actos no caigan en el olvido.



La vida de Irena

miércoles, 7 de mayo de 2008

Sobrevivir a mayo

Ya queda menos y me subo por las paredes, impaciente a la vez que desesperada. Mayo acaba de empezar casi pero se me hace eterno. Demasiadas cosas tienen que ocurrir en treinta y un días.
Últimamente me siento bloqueada, hasta se alejó de mí la inspiración que me sonreía. Últimamente no me reconozco, el agobio me transforma en un ogro desagradable que no da besos. Me siento inútil, cansada y poco animada. Intento pensar que estoy más cerca de mi meta, que pronto cerraré una etapa para iniciar un nuevo sueño; sin embargo, aún me cuesta aceptar que todo termina, que ya llego, que ya estoy llegando al fin.
La cuenta atrás no me espera y, al límite de mí misma, intento no perder la cabeza ni los amigos.
A pesar de todo, sigo aquí, debajo de toda esta carga asfixiante. A pesar de todo, sé que con un poquito de paciencia y esfuerzo conseguiré sobrevivir a mayo.

domingo, 4 de mayo de 2008

L'imagination au pouvoir


Me hubiese gustado vivir en el mayo francés de hace cuarenta años, respirar el olor a revolución, escuchar los gritos pidiendo los cambios, correr, sentir en la piel el onírico sabor a libertad. Oyendo a Ismael Serrano, sigo soñando con aquel mayo que se fue, en el que la imaginación tenía el poder y querían romperse todas las normas, luchar contra las injusticias y, en definitiva, cambiar el mundo.

¿Queda tan lejos ese mayo?, ¿acaso nuestros espíritus se han acomodado a vivir en un tiempo sin lucha ni rebeldía? On achète ton bonheur. Vole-le. (Están comprando tu felicidad. Róbala), decían. ¿No nos estamos dejando comprar nosotros? Dejamos a un lado los sueños, los cambios parecen darnos miedo, crecemos para buscar un sitio cómodo desde el que mirar el mundo, lo más alto posible, para que la suciedad y la pobreza no nos salpique, para que seamos inmunes a la injusticia. Me hubiera gustado estar allí y buscar la playa bajo los adoquines, y haber conseguido cambiar el mundo, aunque fuera por unos días. Me hubiera gustado estar allí, a pesar de que el sueño se hubiera desvanecido tan pronto como llegó.

Soy una soñadora así que crearé una utopía, un mayo del 68 particular con el que alimentarme para que no decaiga la esperanza nunca. Soyez réalistes, demandez l'impossible...no me cansaré de buscar los imposibles.

Oubliez tout ce que vous avez appris. Commencez par rêver.

Olvídense de todo lo que han aprendido. Comiencen a soñar

domingo, 27 de abril de 2008

Pastillas contra el dolor


He estado malita en un fin de semana interminable, lleno de dolores, punzadas y ganas de dormir para que todo pasase como la pesadilla que fue. A mi lado, la gente que me quiere, preparándome el desayuno, arreglando el desastre de cuarto en que vivo, llamándome a cada rato para saber si mejoraba, esperando conmigo los resultados en un blanco hospital. Todo pasó por fin, sonrío, pero, en mi interior, se me clavan las imágenes: viejecitos solos en rígidas sillas, miradas que caen al vacío de la honda soledad, niños que tienen cuerpos de mayores, llorando porque les duele. El dolor, ese dolor físico, a veces menos terrible que el del corazón, desde luego: que puede aliviar una pastilla, que puede depertarte por la mañana con ganas de llorar, que puede hacerte caer al suelo, rendido y sin fuerzas. Cómo duele. Y cómo duele no tener a nadie que te ayude cuando te duele, cuando buscas un apoyo y encuentras el aire, cuando esperas que te llamen y nadie espera contigo.

Soy una privilegiada, lo sé. La vida me lo demuestra todos los días. Para todas esas soledades, que me rompen el alma cuando imagino sus noches de ausencia y silencio, para todas, un abrazo como este, que calme todos los dolores...

miércoles, 23 de abril de 2008

Para ellas

Fruto de la envidia más insana, de los sueños más locos, de las pasiones más ocultas, de los secretos más conocidos, de las adicciones más hermosas...dí al botón de crear y creé:

www.poesiaamedianoche.blogspot.com

Os invito a visitarme, en un lugar para hablar de libros, para compartir mis escritos, como homenaje a mis compañeras de viaje: las palabras.

lunes, 21 de abril de 2008

Pandora



La asustadiza Pandora caminaba despacio, con cuidado de no tropezar por el sendero. Se sentía diferente y extraña, en aquella tierra árida. Su reflejo estaba borroso, cada vez que se atrevía a buscarse en las aguas de los ríos se daba cuenta, era una desconocida hasta para sí misma. Se debaja arrastrar por los fantasmas que la perseguían desde más allá de su pasado, creía mentiras por el temor a la propia verdad, se empeñaba en no crecer, atada a la convicción de que ello le acarrería más problemas.
Un día, tras una oscura mañana vagando con abominable lentitud, topó con un enorme agujero en medio de su paso. No sabía qué hacer para cruzar al otro lado y continuar la marcha. Angustiada, se sentó a varios metros de aquel abismo circular y, sobrecogida, empezó a llorar como la niña que era. Estaba sola, no podía regresar, tenía que seguir. No había nada más que espinas al otro lado, lo conocido era cruel y triste; venía huyendo con la esperanza de llegar hasta algo mejor, un lugar donde fuese feliz. Lloró amargamente largo tiempo, la noche empezaba a caer: había que decidir. Avistó el cielo nuboso, llovería y ella, arropada de dudas, no se habría movido un milímetro de su posición.
Seguiría. Rebasaría el hoyo. El cielo rugió, la paciencia no la esperaba.
Anduvo hacia atrás los metros necesarios y, armándose de valor, cogió aire e infló sus pulmones: comenzó a correr. Las gotas caían sobre ella, el viento la empujaba, al llegar cerca del borde, dio un gran salto, suspendida en el aire confió en que llegaría al otro lado, sonrió y, de repente, sintió como su cuerpo iba cayendo hacia abajo. Gritó mientras se encogía su estómago y una horrible sensación de vértigo se apoderaba de todo su cuerpo. El golpe fue brusco y doloroso, impactó con la espalda en la profundidad y, creyendo que tenía todos los huesos del cuerpo roto, lloriqueó lastimosamente.
Estaba atrapada. Abrió los ojos al sentir como las gotas seguían cayendo sobre ella; el cielo y su inmensidad se abrían ante sus ojos. Derrumbada y rota, se quedó quieta soportando el frío.
Entonces lo dijo en alto: se acabó. Buscó en su chaqueta la pequeña cajita que custodiaba. Con un simple gesto la abrió y con un ensordecedor rugido, los miedos, la maldad, la desilusión, la muerte y todos los males salieron despedidos de su cárcel. Asiéndose con fuerza a ellos, consiguió trepar hasta la cima del agujero. Al fin daba un buen uso a sus temores: de ellos se valía para superar los límites de lo imposible.
De nuevo arriba, observó que había conseguido atraparla de nuevo. Sonrió: no dejaría que la esperanza se escapase. No, ni hablar. Estaba, quisiera o no, destinada a ser su compañera de viaje.

I just want to know who I am

miércoles, 16 de abril de 2008

La atrevida soñadora

Qué ilusión tan grande, lanzarte al vacío en busca y captura de tu sueño. Hoy sentía eso mientras veía como un pequeño sobre se llevaba mi imaginación, cargado de letras y esperanzas. No puedo evitar sentir un cosquilleo, que no sé si son nervios, impaciencia, dudas, alegría ¡o todo a la vez! ¿No os da la impresión muchas veces de que estáis cometiendo una locura pero que es lo mejor que habéis hecho nunca? Qué curioso. Ahora estoy aquí, feliz como una lombriz, deseando que pase rápido el tiempo y con el deseo de recibir una llamada de teléfono dándome una buena noticia...Si eso no ocurre, sentiré un poquito de tristeza pero, no me arrepentiré. Quien no arriesga, no gana. Quien no intenta lo imposible, no logra nada. Y este estado de embriaguez de sueños, es realmente maravilloso.

domingo, 13 de abril de 2008

Cambiar el mundo


"Cuando te ves atrapada, desvalida tras los muros, inmovilizada en un harén sin salida, sueñas con escapar. Y la magia surge cuando entiendes ese sueño y haces que las fronteras se desvanezan. Los sueños pueden cambiar tu vida y, a la larga, el mundo. La liberación empieza con las imágenes que danzan en tu cabecita, y puedes transformar esas imágenes en palabras. ¡Y las palabras no cuestan nada!".


Sueños en el umbral. Memorias de una niña del harén de Fatema Mernissi

Este libro me está haciendo darme cuenta de muchas cosas. Ignoramos que detrás de un velo hay más sueños de los que podemos imaginar. Las mujeres como tía Habiba, la dueña de estas palabras, soñaban con salir del harén y pasear libremente, ver el amanecer, sentir el aire fresco de las calles, observar el cielo más allá del cuadrado del patio. Esas mujeres: llenas de esperanza, encerradas, luchaban todos los días, intentando educar para soñar. No podemos dejar que sus voces caigan en el olvido, aunque creamos que los harenes no existen, sólo porque no los observamos, con sus altos muros y el guardián en la puerta custodiando la integridad de la casa, las fronteras que limitaban a muchas mujeres, siguen existiendo.
Hoy va por ellas, por las que se niegan a perder la esperanza, por las que viven luchando cada día por lo que es justo y, sobre todo, por las que confían que los sueños, no son sólo sueños y que pueden, a la larga, cambiar el mundo.

lunes, 7 de abril de 2008

Descubrir la diversidad

Los prejuicios rondan alrededor de nosotros como satélites. Sin poder evitarlo, nuestra cabeza asocia ideas a personas. Este fin de semana me pasó a mí y debo contarlo pues es una clara muestra de incoherencia personal. Conocí a un chico al que me costó entender de qué pueblo venía y cómo se llamaba por culpa del acento cerrado de un pequeño pueblo que dificultaba nuestra comunicación. Oyéndole lo encasillé en breve como a una persona con la que no tendría más relación ya que, pensaba, no tenía mucho que aportarme y no teníamos nada en común. Poco después todas mis ideas se vinieron a bajo. Curro, a pesar de tener una curiosa forma de expresarse, es un chico con un corazón enorme y una fuerza interior que muchos envidiaríamos. Desde hace varios años trabaja como voluntario en la Cruz Roja. A pesar de que es muy joven y que parece poquita cosa encerrado en un cuerpo delgado, es grande. Nos contó con una energía contagiosa y emocionante su experiencia ayudando a personas en accidentes de tráfico; nos habló sobre este horror, la carretera que puede llegar a ser la muerte. En su discurso me dí cuenta de lo equivocada que había estado, muchas veces las apariencias engañan y dejamos de descubrir a las personas por nuestros prejuicios. A mí me pasó pero me sirvió para darme cuenta de que no soy lo que quiero ser, que tengo muchos aspectos que mejorar y que no se debe juzgar por la primera impresión.
Curro ha sido uno de mis descubrimientos. He conocido a gente que, como yo, tiene muchos sueños pero, además de tenerlos, los busca con afán. Sale a la calle, mueve a las personas, remueve conciencias y no se queda de brazos cruzados. Por ello, no soporto que se venda una imagen de una juventud egoísta y poco implicada en el mundo. Eso también son prejuicios y visiones poco realistas. Este fin de semana he estado en habitaciones donde se fumaba en una cachimba y se reía, donde se contaban chistes, donde se conocían a futuros amigos y se daban primeros besos; he visto ideas y mentes brillantes, personas que buscan divertirse de una manera sana y gente que busca su lugar en el mundo.
No sé en qué grupo me encuentro, no sé(y odio no saber)pero intento aclarar mis dudas y resolver los problemas que tengo conmigo misma.
Ahora vuelvo a la rutina, sigo contrarreloj y aunque los agobios me rondan, ahora mismo miro a mi alrededor y respiro tranquila. Me gusta sentirme en plena noche, sumida en mis pensamientos y haciendo dos de las cosa que más me gustan: escribir y soñar.

Cuando los hombres buscan la diversidad viajan. Wenceslao Fernández Florez

martes, 1 de abril de 2008

Filosofía de abril

La Historia nos observa mientras erramos. Admiro la rapidez con la que nacen las palabras y la avidez con que traga a la comprensión el egoísmo. Qué pequeñita soy, qué poco sé de todo. Defiendo lo que pienso, sin plantearme muy bien por qué están tan arraigados a mí esos pensamientos. ¿Qué han visto mis ojos?, ¿cuánto sé de la realidad? A veces me gustaría sentarme a escuchar, ponerme a observar mi alrededor. Cuántas contradicciones, cuántas opiniones, cuántas injusticias. Hay días que me siento cansada, traicionada, decepcionada. Pero hoy no es uno de esos días. Vivimos un maravilloso e irrepetible tiempo que vuela sin darnos cuenta.
No me gustaría, por nada del mundo, ser perfecta y tener las verdades en mi mano. A pesar de estas vueltas en torno a grandes confusiones, siento la libertad corriendo por mis venas. La imperfección nunca ha sido más bella. Y yo, aquí sentada, sintiendo tantas cosas y descubriendo nuevos secretos, disfrutando de pequeños placeres: leyendo poesía, riendo con las personas que valen la pena, rodeándome de la música que me hace cerrar los ojos y volar.
La incertidumbre de la erosión no hubla la hermosura de la puesta de sol...

viernes, 28 de marzo de 2008

Hace no tanto tiempo

¿Y no es verdad que las verdades se derrumban con demasiada facilidad?
Hace no tanto tiempo me recuerdo pensando sobre mis sueños, dibujando un futuro rodeada de personas que hoy no están a mi lado. Hace no tanto tiempo, no conocía la poesía y no creía que fuese tan pequeña, tan insignificante entre toda la Historia que compone a las historias. Hace no tanto, ni siquiera había pisado el avión, ni tampoco besado el cielo sintiendo las llamas del infierno abrasándome la espalda. Hace no tanto tiempo, me sentía una extraña en mi casa, no valoraba mi suerte, mi familia, mis manos y mis ojos. Ni siquiera imaginaba que pudiese recorrer el camino que ahora observo tras de mí.
No puedo negar que a veces camine y me sienta totalmente perdida, a pesar de reconocer todas y cada una de las calles por las que paso. No puedo olvidar el miedo que me angustia cada vez que me siento impotente, pensando que la vida y la justicia se marchitan cerca de mí y yo, espectadora impasible, sigo mi rutina sin actuar.
He cambiado más de lo que me podía imaginar; a veces no sé si me gusta la persona en la que me he convertido, echo de menos tantas partes de mí que se han esfumado sin darme cuenta. Pero quizá, crecer conlleva sus riesgos y las consecuencias de abrir los ojos es no poder volver a ser el inocente que eras.
Hace no tanto tiempo, yo fui otra, hace no tanto tiempo, me encerré. Espero en la crisálida, sin embargo, ya asoman mis alas deseosas de volar.