Ella está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja. Nunca deja que la alcance. ¿Para qué sirve, entonces, la utopía?...para caminar.

jueves, 25 de febrero de 2010

La responsabilidad de decidir


Adoro a los niños. Son lo más puro, frágiles, mágicos. Aquel que le hace daño a un niño, es el ser más inhumano que existe.
Hace unos días, una compañera de clase nos contaba que cuando termine la carrera, su gran deseo es quedarse embarazada. Le gustaría ser una madre "joven". 24, 25 años. Me sorprendí a mí misma teniendo un escalofrío que me sacudió por completo. Mi compañera es toda una buscadora de nuevas sensaciones. Por eso, no me extraña cuando me dice "me aburro de que todos los días sean iguales", y, después de una larga tertulia, comprendo un poco mejor sus razones para tomar esa decisión.
Hace poco, aún jugaba a las casitas con mis muñecos. Vale, quizá no hace tampoco, porque el tiempo hace trampas, avanza demasiado raudo y aún no asimilo que ya soy adulta, pero de verdad. Hace nada, dejaba el instituto y comenzaba la universidad. Hace apenas un segundo, me daba cuenta de que en menos de un mes dejaré atrás una década para sumar otra. Y, ¿sabéis que es lo peor? No soy tan distinta. Sigo siendo miedosa y cobarde, siendo cometiendo casi siempre los mismos errores y teniendo las mismas manías.

Desnudándome un poco más, debo decir que hace un par de meses tuve un retraso (breve, brevísimo) de mi período. Por unos momentos, me entró el pánico. Aunque estaba segura de que era técnicamente imposible que lo temido hubiera ocurrido, mi futuro pasó ante mis ojos a la velocidad de la luz. Mis sueños de seguir estudiando, de viajar dentro de no tanto, fuera de casa, de probarlo (casi) todo ahora que estoy a tiempo, de llenarme de experiencias que luego poder contar, de trabajar (dentro de unos cuantos añitos, pero que sea de verdad) en lo que me gusta, de descubrir nuevos senderos. Todo quedó ensombrecido, en ese instante, cuando me planteé qué sería de mí si tuviese la responsabilidad de un niño. Supongo que grandes madres habrán conseguido criar a sus hijos y conseguir sus sueños, a pesar de ser precoces. Pero el presentimiento de que yo, en un momento, podía tener esa responsabilidad, me bloqueó. Aunque quiera, no soy independiente. No soy tan valiente. No soy tan sabia. No sé de la vida. No tengo recursos. No sé cómo se educa a un niño. A pesar de todo, los adoro. Pero no es mi momento para plantearme algo tan grande como la maternidad.
Pero, ¿y si hubiera pasado? Tengo muy claro cuál habría sido mi decisión. Y, desde luego, sé que en parte, me hubiera destrozado elegir, en parte egoístamente, en parte lógicamente, no tener a ese bebé.
Ser madre es una decisión muy personal, que conlleva una gran responsabilidad. Y podría escribir hojas y hojas sobre lo desacuerdo que estoy con las personas que tienen hijos como quien tiene una planta, sin planteárselo de verdad.
Y....¿a qué viene todo esto? A que estoy indignada. ¿Acaso las mujeres que abortan odian a los niños?, ¿acaso las mujeres que tienen que tomar esa durísima decisión la olvidarán como si nada? Como me gustaría que desapareciera la hipocresía y la empatía y el silencio llenaran muchas bocas.

8 comentarios:

Toñi Sempere dijo...

No voy a entrar en la decisión de abortar o no , porque como tú dices, no es fácil, ni una opción , ni la otra.
Pero si te puedo hablar de lo que se siente al ser madre.
Tu amiga dices que queria ser madre joven con 25 años, me resulta curioso porque a esa edad fui madre yo, y no me veia tan joven jajaja, pero eso es por los cambios de nuestra sociedad.
Lo que si sé es que esa sensación de vértigo, de quedarte paralizada, se tiene y la tendrás siempre, ¿sabré hacerlo bien?¿me cambiará la vida?
Nunca se sabe si lo has hecho bien hasta que lo oyes de la voz de tu hijo y te aseguro que no hay cosa que te llene más .
Cambian la vida, claro que la cambian, pero igual que te la puede cambiar un trabajo, un accidente, un golpe de suerte, o hasta una mala experiencia amorosa... cosas de vivir...

Pero por lo que reflexionas estoy segura que no lo harías nada mal, jajaja, lo de ser mamá jajajaa.

un beso.

Amylois dijo...

Yo estoy totalmente a favor del aborto, mejor que tener un hijo y despreocuparse de el.

Pero que mal reparte el destino las cosas, gente que no los quiere y se preñan, y gente que lo quiere y los pierde o no se preñan.
Como yo, que acabo de perder uno y ahora estoy de nuevo y tambien voy a perderlo...
es muy duro.

El búho rojo dijo...

Las decisiones personales de tener o no tener hijos, son eso... personales. Cada uno ha de afrontar sus decisiones y las consecuencias de ellas. Tú estás estudiando una carrera por que optaste por ello. Muchas peronas optaron por otro camino... la vida se va forjando a cada paso y nadie tiene la certeza de que ese paso sea correcto del todo. Quien no tiene miedo de una decisión??? cierto que todo cambia, cierto que te obligas, cierto que parece que dejas de ser tú... pero es lo mismo que cuando te falta el dinero, caes enfermo, o debes cuidar a tus padres... no hay nada que nos garantice que el futuro sea como deseemos que sea, nada

Un beso

Nanny Ogg (Dolo Espinosa) dijo...

Yo siempre soñé con ser madre pero, en según qué épocas de mi vida, no habría dudado en abortar de haberme quedado embarazada. Simplemente, no era el momento, no tenía ni recursos ni un futuro claro, ni madurez ni nada de nada. Así que fui madre ya algo mayorcita pero, eso sí, mi niña vino ha sido deseada, querida y cuidada. Yo tampoco soporto la gente que trae niños al mundo como quien se toma una copa.

De todas formas, por muchos años que tengas, por muy madura que seas, dará igual: siempre te preocuparás por si serás buena madre o no. Ah, y nadie, nadie (ni las que tienen diez hijos) sabe cómo se educa a un hijo, todas vamos a tientas :)

Besos

Jorge A. Fernández dijo...

Simplemente, olé!!

Cucarachita dijo...

Es cierto q cuando planeas tu vida, aunque sea unos pocos años, 2 o 3, y luego por circunstancias de la vida, tus planteamientos cambian, pero no por tener un hijo, sino incluso por tener una pareja, es un duro paso q replantearse a fondo.
Un ejemplo que puedo poner es la de mi madre, ella tenía sus sueños de viajar a los 18 años, estudiar fuera, etc. Pero todo cambió al conocer a mi padre, y ahora tiene unos sentimientos enfrentados de por que no haber seguido con sus sueños; pero la vida se basa en elegir, y si quieres sacrificar o cambiar o tener nuevos sueños o nuevos planes, es cuestión de uno mismo.
Los sueños pueden cambiar o amoldarse, si uno tiene la decisión y el valor de soportar el cambio.

un saludooo

Rosa dijo...

Hola!!

Te encontré en este extendo mundo bloguero. La verdad, es que pienso exactamente que tú, ahora no me plantearía la maternidad ni loca, en unos meses cumpliré 20 años y me quedan muchas cosas por hacer... Cuando me la plantee sé que desearé a ese bebé por encima de todo, y no como tu bien decis, de tener un bebé commo si fuera una planta... Qué pena que pasen estas cosas...

Un beso y genial post! Los niños son lo mejor del mundo!

Anónimo dijo...

hola!
hay algo q no entiendo y sobre todo a las que soys madres. como podeis decir q tener un hijo te cambia la vida igual que tener una pareja u otra cosa. un hijo es para toda la vida, no como una pareja que te la encuentras en la calle y cuando las cosas no van bien cada uno por su lado y punto, se acabo el problema. o esque a tu hijo tambien lo hechas de tu vida como si nada y te quedas tan tranquila