Ella está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja. Nunca deja que la alcance. ¿Para qué sirve, entonces, la utopía?...para caminar.

miércoles, 7 de abril de 2010

Borracha de realidad

Cuando no tengo las cosas bajo control, siento pánico.
En ese instante en el que detenidas ante mis ojos, se suceden las imágenes, mi mente intenta ir rauda y veloz a la caza de la solución que, como el toque de la varita mágica, pare los gritos, detenga a las manos que arañan la piel, haga desaparecer el ruido de las palabrotas, convierta el rencor en serenidad.
Quizá es ahí, en esa fracción minúscula de tiempo, en la que soy consciente de que no sé nada de la vida, de los sentimientos, del dolor, de la ira que ciega, de las mismas palabras, al fin, de las personas.
Esa es la realidad. Estás sola, debes decidir, elige bien porque si te equivocas, alguien sufrirá. Y tú no podrás dormir por el remordimiento. Conociéndote bien, no dejarás de martirizarte y pensarás que has elegido el camino equivocado y que deberías dedicarte a los números, a pasar productos por la caja del supermercado, a repetirte, una y otra vez, "lo estás haciendo bien", "todo va bien".
Pero al llegar a casa, vacías las manos y pesado el corazón, resplandece la verdad. La realidad te supera. La realidad te sorprende. La realidad, te desquicia.
No puedes ayudar a todo el mundo, no puedes hacer siempre lo correcto, dar en la tecla, acertar. No.
No puedes controlarlo todo.

4 comentarios:

Toñi Sempere dijo...

No se puede vivir pensando siempre en agradar a todos, en acertar siempre y en hacer lo que esperan de uno.
Es mejor aprender a vivir dando siempre todo lo que uno es, dándolo todo, intentando siempre hacer todo lo que uno puede o sabe, y si sale mal... pues al menos no te debe quedar remordimiento de nada, porque tú lo intentaste con todas tus fuerzas.

besos

El búho rojo dijo...

Ni tan siquiera la vida es cierta... cualquier decisión implica un riesgo, pues es una opción... incluso escribir esto que has escrito es contarlo o no...

Nadie tiene asegurado ningún éxito... ni tampoco está sentenciado a ningún fracaso

Errare humanum est

JuanMa dijo...

Nadie puede controlarlo todo ni acertar siempre.

Elige lo mejor que puedas, con honestidad y sin buscar hacer daño, y luego no lo pienses más.

(Qué bien me sé la teoría, siempre).

Besos.

Jorge A. Fernández dijo...

Nacemos mortales, vivimos como mortales y morimos como mortales. Conclusión: Es absurdo pretender ser como los dioses, omnisapientes, omnipotentes y omnipresentes.

Es maravilloso ser humano, si fueramos dioses no tendríamos el placer de poder aprender y superarnos a nosotros mismos... DISFRUTAA!!

Un saludo de tu amigo!