Ella está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja. Nunca deja que la alcance. ¿Para qué sirve, entonces, la utopía?...para caminar.

martes, 12 de junio de 2007

Duerme

Lo intento, de verdad que lo intento. Pero no me deja. Es más fuerte que yo... Esta maldita imaginación que vuela, sin que yo pueda atraparla. Una vez más, alza su vista, hacia el viaje infinito de mis mundos recónditos. Sin volver la vista atrás, da saltos de gigantes entre mis sueños, se enreda en mis recuerdos. Viejos anhelos, heridas abiertas, sonrisas flotantes. Caras que no reconozco vienen a mí...creo que son los errores que no quiero ver.
Estoy aquí, en este universo tan íntimo, mío. A ratos quiero irme. Otros, quiero permanecer aquí eternamente, abrazada a mi vida que nunca existió, pero en la que soy tan feliz...como nunca lo he sido.
Es tan fácil despertar aquí...y no volver a dormir.

2 comentarios:

JuanMa dijo...

Se puede ser feliz en el mundo real, no lo dudes.
Tampoco hay nada malo en soñar, más todavía si lo que vemos despiertos no nos gusta.

Ánimo, Amiga. Sé cuánto vales y sé que puedes con todo (y si tú no lo tienes tan claro, ya sabes dónde me tienes).

Besos.

Isabel dijo...

Todo es del color que quieras verlo,si eres feliz¿ para qué despertar?...
Disfrútalo,amiga. Un besazo.:-)