
Estrenamos octubre y semana a la vez. Al fin me veo libre de la tensión de ser futura conductora y me veo un poco más atada por la rutina estudiantil. A pesar de los problemas que parecen acompañarnos al otoño y a mí, el color ha empezado a cambiar y me siento alegre. Puede que se desvanezca en este viento lleno de hojas marrones y amarillas, mi positivad y entrega ante los cambios, pero eso espero que sea en un día mucho más lejano (y frío). Ahora sólo quiero que terminen las obligaciones y pueda comenzar la poesía.
3 comentarios:
hmmm hagamos obligatoria la poesía y el positivismo!
Salud!
La poesía siempre está ahí (donde estés tú).
Besos.
vivan los poetas!
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