Ella está en el horizonte. Camino dos pasos y ella se aleja. Nunca deja que la alcance. ¿Para qué sirve, entonces, la utopía?...para caminar.

jueves, 19 de junio de 2008

Saludos al estío

Llega la noche, aparecen mis verdades. Intento poner nombre a lo que me habita, no sé por qué ( aunque quizá sí) me siento tan extraña. La emoción me ha paralizado, son tantas cosas que siento, son tantas las cosas que llevo dentro...Cómo definir estos días, me faltan palabras. Esperaba algo diferente, esperaba actuar de una manera distinta, no contaba con toparme con inesperadas sorpresas, no esperaba las minúsculas estupideces en las que he caído. Mis expectativas, como casi siempre, han fallado. Y ahora, aquí sentada, conmigo misma, desnuda ante la evidencia y el blanco del papel, me pregunto, ¿por qué? ¿Por qué no estoy tremendamente feliz? Ya ha acabado, por fin, la pesadilla terminó. Debería estar dando saltos de alegría y, sin embargo, me encuentro rara y ausente, pensativa y quizá un poco decepcionada. Pero bueno, las cosas a veces no salen como uno las planea y es lo mejor.

Ahora tener tanto tiempo libre casi me asusta. Puedo dormir hasta la hora que quiera, puedo leer al fin, sin preocuparme por deber estar haciendo otra cosa. Puedo salir sin la presión de tener que estudiar. Puedo escribir y dejarme llevar hacia donde la imaginación desee. Después de todo esto, esta libertad me hace sentir un intenso cosquilleo en el estómago. Supongo que no tardaré nada en acostumbrarme a lo bueno y aprender a disfrutar de todas las ventajas de estas maravillosas vacaciones.

Pero, voy creciendo. Y esto es una responsabilidad. Además de nuevos retos, veo de cerca nuevas responsabilidades. Es inevitable, es ley de vida. Sea como sea, en este estado de confusión, sigo asimilando que todo ha pasado y que ha llegado, el verano ya ha llegado.

8 comentarios:

Carlos dijo...

...darse cuenta de que vas creciendo es una virtud.

Enhorabuena Lorena!

Gracias por pasar por mi blog.

Jordicine dijo...

Todo son etapas. Y las buenas, como las malas, se acaban. Hay que saber adaptarse a ellas, aunque cueste, está claro. Un beso. Y disfruta de las vacaciones... que seguro que son muy merecidaas. Me encanta como escribes, Lorena.

Di dijo...

Conozco esa sensación, tantas ganas de que pase algo y cuando ya está hecho te planteas ¿ tanto esperar esto y ahora que pasó qué? en fin como dices, el verano ya está aquí descansa y disfruta! Buen finde!

El búho rojo dijo...

Cuando se planea un viaje, siempre pensamos en el destino final, pero antes, siempre hay que hacer paradas intermedias (o casi siempre) y entonces pensamos que estamos perdiendo el tiempo, pero si nos gusta el lugar, pensamos que suerte hemos tenido...

Supongo que siempre ponemos metas más lejanas de las que tenemos a nuestro alcance y eso, en ocasiones, nos puede decepcionar por que no llegamos a ellas...

Pero tienes toda la vida por delante... supongo que te acostumbrarás.

siempre el mar dijo...

Vemos las cosas tan lejanas que todo parece ser un sueño que se nos escapa entre los dedos pero no, todo llega amiga, y el verano ya está aquí y viene acompañado de tu descanso y tu tiempo libre tan merecido.
Besitos desde mi mar

Sergio dijo...

Es bueno sentir que se crece, pero tambien hay que saber esperar, a todo se le llega su tiempo.

Saludos

BIRA dijo...

Lorena, a lo mejor es que todavía tu cuerpo y tu mente no han asimilado que se terminó el estrés, que ahora toca relajarse y disfrutar lo máximo posible. Dales un poco de tiempo, unos días y ya verás qué pronto se acostumbran (a lo bueno, te lo digo yo, se acostumbra cualquiera).

Besos y disfruta de tu verano! Te lo mereces!!

Elena dijo...

Ay, Lorena, no sabes cuánto me recuerdas a mí misma! Cuando terminé la carrera, me quedó la misma sensación que describes en tu post. No me duró mucho, porque en mi caso me puse a estudiar oposiciones y un año después ya estaba -por fortuna- trabajando en lo que siempre había querido. No tengo dudas de que con tu forma de ser y tu inteligencia llegarás muy lejos, tanto como te propongas. A por ello pues.

Un abrazo