
martes, 23 de diciembre de 2008
Días de nostalgia

martes, 9 de diciembre de 2008
Amiga utopía

viernes, 28 de noviembre de 2008
Desencanto

Los días no son ni negros ni blancos; el tiempo no pasa despacio ni lento; el corazón no se altera ni se parte; mis ojos no brillan ni lloran; no estoy triste ni contenta. No veo el paraíso ni el abismo.
Pero una extraña sensación de vacío me llena por completo. Y eso es lo peor. No saber qué se siente.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Clásica y romántica

Echo de menos más temas entusiastas, aquellos que me llevaron a meterme en esta carrera y no en otra.
Todo anda un poco revuelto por la universidad, muchas manifestaciones contra Bolonia y desconocimiento total. La verdad que sólo lo había oído de lejos, desentendiéndome pero ahora, cuando escucho todo lo que se me viene encima, me muero de miedo.
Por si no estábamos marginados los que amamos a las letras, ahora con el nuevo plan, aún más marginados. Un compañero comentaba hoy como un docente le había espetado sin miramientos que no valía de nada estudiar a Antonio Machado, porque lo que de verdad daba dinero eran otras cosas.
Desde pequeñita las letras han sido mi casa, mi refugio, mis noches alocadas. He deseado dedicarme a escribir y a leer desde que tengo uso de razón, nunca he podido ver a la literatura y a la poesía como una forma de ganar dinero. Por eso me duelen tanto estos ataques, es como si fuesen contra mí misma. Yo le diría a ese profesor, ¿de qué vale tener tanto dinero si no eres capaz de emocionarte leyendo a Antonio Machado?
¿No nos estamos volviendo demasiado huecos? Me horroriza la idea de pensar que mi vida puede convertirse en una lucha contra el reloj, en un estudio constante de la estadística, en un transcurrir de horas donde lo más emocionante que me ocurra es resolver una brillante ecuación. Hace poco oía a algunas amigas decir que la poesía les aburría.
Quizá deba presentarles a Antonio Machado, y que juzguen ellas mismas.
Retrato
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—;
mas recibí la flecha que me asignò Cupido
y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñò el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansiòn que habitò,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje
y esté a partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
sábado, 15 de noviembre de 2008
Decidir

Podría quedarle toda la vida por delante, pero ella ha decidido que ha sufrido ya demasiado. Me estremece ver las imágenes del rostro de Hannah y pensar que con sólo 13 años pronto morirá. Ella no es ni la primera ni la última niña que sufre leucemia, que con tan poquitos años vive un complicado infierno que muchos, como yo, no somos capaces ni de imaginar cuando lo más grave que nos ha pasado ha sido tener que operarnos de amigdalitis.
Hoy me enfrentaba a la pregunta de la encuesta de El país, perpleja. ¿A qué edad puede decidir una persona sobre su vida? Mi madre con muchos menos años que yo dejó sus estudios para empezar a trabajar, porque en su casa no había dinero; mi padre con catorce años era el cabeza de familia y en el fondo de su ojos dormían historias que le habían roto la infancia.
Hace poco escuchaba a unas amigas hablando de cómo sus hermanas se preocupan más por la moda y los chicos, con sólo doce años, que por tener amigas o simplemente disfrutar de las últimas puntadas de los privilegios de ser niños. También me sobrecogía ver a una chica de quince años con una gran barriga de embarazada y la cara poblada por el acné.
¿A qué edad puede una persona decidir sobre su vida? ¿Acaso a los veinte años dejaremos para siempre de ser inmaduros porque ha llegado la hora? ¿Acaso a los quince nuestras opiniones son simples habladurías de críos adolescentes?
He dejado la encuesta sin responder, quizá porque tampoco tengo respuesta. O, también, porque cada persona es un mundo, cada vida es una historia cargada de sombras y secretos, y decidir, se tenga la edad que se tenga, sobre nuestra vida, nunca es fácil.
domingo, 2 de noviembre de 2008
La maldición
Dime, Dios mío, por qué este castigo, dame motivos para tanta irracionalidad, para tanta maldad, para tanta cobardía, para tanta injusticia. No hay porqués que justifiquen tanto dolor, no hay razón que acalle esta locura. ¿Es la maldición de Eva, es que va en la sangre o es que está anclado en las mentes más salvajes?
martes, 28 de octubre de 2008
Los invisibles

lunes, 20 de octubre de 2008
En llamas

Given to fly de Christine Comyn
A veces me gustaría simplemente echar a volar, desempolvar las alas y emprender la huida.
Sé que pasarán los días de fuego, llegarán días de ceniza y de nuevo, cual ave fénix, renacerán los tormentos. Pero quizá también estar en llamas es una forma de saber que estás vivo.
miércoles, 15 de octubre de 2008
Mira la realidad

- 50 millones de infectados con el HIV y la gran mayoría sin ningún tratamiento ni atención.
Nací en un hogar donde me querían, donde me educaron y me mimaron; crecí gracias al apoyo de mis padres, de mi familia. No me faltó nunca la comida, no tuve que trabajar y pude estudiar sin ninguna dificultad. En todos mis reyes y cumpleaños tuve muchos regalos, no tuve frío porque me abrigó la ropa y no tuve miedo porque siempre viví en una casa sólida y confortable. Ahora estudio en la universidad, tengo caprichos y mucha menos conciencia de lo que me gustaría.
Con no ver el telediario huyo del horror que se vive lejos de mi burbuja. Con no salir de mi tuenti y no oír más que la música de mi mp3, vivo protegida del dolor ajeno, protegida de la culpabilidad y el remordimiento de estar de brazos cruzados mientras, no muy lejos de mí, la gente sufre, la gente llora, la gente muere y a nadie parece importarle demasiado.
Odio la hipocresía tanto como a la injusticia, pero más odio mirar para otro lado sin tener valor para plantar cara a la realidad.
Las cifras que he puesto arriba son sólo números; no hay nombres propios en esas líneas, no conocemos los rostros de los niños y niñas, hombres y mujeres que día a día conviven con la enfermedad sin medios ni ayuda, que sobreviven entre lobos, que han visto la muerte de sus seres queridos, que han sido maltratados por la vida desde que han llegado a este mundo.
Me hago muchas preguntas, por desgracia, las respuestas me llevan a la rabia. Nos dan mucha pena los grandes ojos de ese niño de la foto, nos rompe el corazón pensar, sobre todo, en los niños que beben agua no potable, en los niños que rebuscan en la basura algo de comer. Sin embargo, es mucho más fácil no hacer nada, simplemente dedicarse a criticar a las ONGs que estafan, que roban nuestro preciado dinero, es más fácil criticar a los gobiernos, a esos corruptos que se enriquecen a costa del sufrimiento ajeno. Es más fácil sentarse a despotricar que realmente intentar hacer algo, aunque simplemente sea darse cuenta de qué suerte hemos tenido y qué desagradecidos somos.
Hay quien llora por verdaderas estupideces, mientras otros sonríen porque han comido, porque siguen vivos un día más.
Hoy les dedico mis palabras a ellos, los supervivientes al horror; no sé si existe un Dios que les compensará todo este sufrimiento algún día, pero de lo que estoy segura es que si queremos que las cosas cambien, no las cambiaremos entre lágrimas y rezos.
Hay que actuar.
15 de Octubre, día de la acción
martes, 7 de octubre de 2008
Días dulces

miércoles, 1 de octubre de 2008
Sonrisas, proyectos y suerte

Estoy adaptándome a la universidad, conociendo a gente nueva que tiene mucho que dar y con la que espero vivir muy buenos momentos en estos largos (pero cortos) cinco años que debería durar la carrera. Me gustan las clases, aunque odie madrugar. Hay algunas más interesantes que otras, pero casi después de todas llego a casa con la grata sensación de haber descubierto un misterio que desconocía.
Echo de menos muchas cositas del verano, sobre todo estar todo el tiempo con la gente que quiero. Ahora todos nos vemos envueltos en la rutina de las clases, los quehaceres, los exámenes y los trabajos. Pero supongo que es normal y que todo tiene que fluir, seguir su rumbo.
domingo, 21 de septiembre de 2008
Siempre más

Ayer me sentí mayor, diferente. Sentí seguridad en mí misma, la responsabilidad cayendo sobre mí y la sensación extraña pero adictiva de la falsa libertad que creemos tener sobre nosotros.
Me examino el día treinta de conducir, confieso que estoy histérica pero muy impaciente. Estoy pendiente de un hilo porque posiblemente vuelva a trabajar, y lo estoy deseando.
Sufro por mis amigos que sufren y sonrío gracias a que veo a otras personas que quiero muy felices. Pero qué hay de mí...sólo pinceladas sin importancia, aún no sé dónde estoy o cómo. Me busco pero no me encuentro. Sé cuáles son mis circunstancias pero aún no encuentro palabras para definir lo que pasa dentro de mí. Quizá ahora mismo es el tiempo, y no yo, el que juega las cartas. Quiero volver la vista atrás y me sorprende ver cómo los años han volado sin que me diese ni cuenta.Supongo que eso es porque he sido feliz. Quiero más, quiero más vida, más, más...allá voy.
domingo, 14 de septiembre de 2008
Noches de ilusión

sábado, 6 de septiembre de 2008
Dimes y diretes

Ayer hice mi primera terapia como estudiante de psicologia. Me llamaron para hablar y, efectimante, hablaron. Mucho tiempo. Muchas incongruencias. Nunca me ha gustado ese juego sin sentido de hablar por hablar, y sobre todo mal, de las personas que no están. Reconozco que echo muchas risas con mis amigos, risas malignas pero sin maldad, hablando de otros. Pero, jamás hablaría de amigos por la espalda. No soy una persona de doble cara aunque, curiosamente, alguna que otra vez me hayan espetado que lo soy. Supongo que cada uno ve lo que le conviene y cree lo que le beneficia. Es mejor ser víctima que verdugo y llorar que soportar las críticas. Sin embargo, ¿cuál es el precio de esta maldita hipocresía? Engaños, desconfianza, malestar, mal rollo. Me entristece que las relaciones se vean tan dañadas por culpa de no decir la verdad en el momento apropiado. Meter a personas por medio, como yo en este caso, sólo sirve para empeorar la situación.
Dentro de un rato iré a tener una noche de diálogo y, espero, comprensión. Últimamente la idea de la mediación me ronda mucho por la cabeza, pero, por desgracia, hay cosas que son imposibles de arreglar y, sin duda, hay personas que son imposible reconciliar.
martes, 2 de septiembre de 2008
21 días

De nuevo vuelvo al paro. Me han echado sin muchos miramientos y lo peor es que son "amigos"... Lo importante es que me llevo buenos amigos y un dinero que ha pagado cosas importantes. La verdad es que intento ser positiva pero me ha sentado fatal y ahora me siento un poco perdida.
Ya empieza la cuenta atrás. Quedan 21 días para la entrada a la facultad. Creo que me muero de ganas aunque también de nervios. Quiero exprimir cada uno de esos días, invertirlos en estar con la gente que quiero y de la que ahora me voy a ver forzada a separarme, a no verles cada día y a encaminar nuestras vidas por sendas diferentes.
Aunque reconozco que el mes de septiembre no me gusta ni una mijita, tiene su encanto especial, me trae olor a libro nuevo, a hojas y bolígrafos, a nuevas caras y antiguos miedos. Sobre todo, a grandes ilusiones.
Hoy estoy regular, aún resfriada y con los ánimos regular. Voy a salir a comprar regalos de cumpleaños y de paso a despejar la cabeza. Ojalá encuentre la inspiración que me falta para dejar mi piel y sumergirme en otros mundos. A veces me gustaría cerrar los ojos y estar, simplemente, fundida en un abrazo.
jueves, 28 de agosto de 2008
La siguiente marcha

Arranca. Oye el motor, quita el freno de mano. Mete primera. Avanza, no muevas bruscamente. Atenta, mira el indicador y cuando llegues a veinte, es la hora. Ahora suelta el acelerador, pisa el embrague, cambia la marcha, suelta el embrague y pisa acelerador....Lorena...estás pisando el acelerador....Lorena...suelta el embrague....¡Lorena que te estrellas!
Ay, madre mía. Me faltan pies, ojos y manos. Tiempo al tiempo, esto de ser conductora no es tan fácil. Estoy aprendiendo poco a poco, con mucha paciencia, prudencia e ilusión. Me gustaría coger el coche y perderme a un lugar desconocido, poner la radio y escuchar las canciones que me gustan, hacer un viaje con buenos amigos.
Estoy un poco resfriada y mi voz se ha perdido, devorada por la ronquera. Son días extraños, de calor pesado y cielo encapotado. Trabajo todas las noches, esas que tanto echo de menos, pero el cansancio me regala una gran satisfacción. Independencia, libertad, orgullo y un sentimiento profundo de responsabilidad. No estoy leyendo lo que me gustaría y los libros me miran con rencor desde la estantería.
Y lo peor de todo es que ya se acerca el fin del verano. Me dan escalofríos de pensar en lo que viene. Aún estoy intentando descifrar si tengo más miedo o emoción.
Sea lo que sea, pronto lo descubriré, espero, como a dominar las marchas y los pedales del coche.
jueves, 21 de agosto de 2008
Silencio
Y para los que nos quedamos, esperanza. Ojalá que aprendamos a valorar nuestra suerte, porque hoy somos los afortunados que no íbamos en ese avión ni los que ahora se debaten entre la vida y la muerte en los hospitales, quemados, heridas que nunca cicatrizarán del todo.
domingo, 17 de agosto de 2008
Azuloscurocasinegro

Ahora mismo todo mi caos mental me afecta en el cuerpo; estoy cansada y deprimida. Y eso que estamos en feria por aquí y todo se llena de luces, de gente, música y fiesta. Pero bueno, mi feria particular empezó fatal porque me robaron el día de los fuegos artificiales. Además, ni dinero ni móvil ni cámara, sólo llaves, documentos y mis gafas (ahora soy una miope ciega). Menudo lío porque a unos desgraciados les apetezca quitarte lo poco que tengas.
Además, de nuevo la gente me decepciona. No entiendo nada. ¿Por qué le gusta tanto a cierto tipo de personas hablar mal de otras y decir mentiras? Me hace daño que hablen mal de mí pero más aún que hablen de mis seres queridos cuando sé perfectamente que lo que dicen es falso. De nuevo siento esa sensación de asco en el estómago, de repulsión y rabia. Creo que la única manera de combatir esto es seguir fiel a lo que soy.
Me acojo a la esperanza de que todas las malas rachas pasan; por suerte soy positiva y lo que un día son lágrimas al día siguiente son sonrisas. Así que espero que pase rápido el día, que me olvide de todo y disfrute de esta semana tan especial. Lo único que necesito es mucho cariño y comprensión...y, de nuevo, afortunada soy, porque lo tengo a manos llenas...
lunes, 11 de agosto de 2008
Identidad

sábado, 26 de julio de 2008
Llamadas del pasado

Y supo que pronto estaría de vuelta, porque quienes se huyen, se acaban buscando. - Querido Caín de Ignacio García-Valiño
Hace poco mi hermana y yo hablábamos de lo que había cambiado de unos años a ahora. De más pequeña era dura como la piedra, cualquier herida o problema no conseguía de mí más que indiferencia. Y ahora, ¿quién soy? Hasta las lágrimas de cocodrilo me hacen llorar.
He esperado mucho tiempo, esperé todos los días a que la vida volviera a tener un orden y sentido lógico. Cuando no lo encontré, me acostumbré al caos y, poco a poco, me asenté entre los cambios. Intenté alejar de mí la rabia y el rencor, intenté no tener más esperanzas vanas y, simplemente, seguir adelante sin mirar nunca atrás, ni pensar en lo que tuve. Y, es curioso, cuanto menos deseas, las cosas ocurren. El por qué aún no lo conozco, debe ser por esta maldita manía de querer dar sorpresas para que nos desconciertemos.
Ante la llamada del pasado, me quedé rígida; ante la llamada del pasado intenté frenar los recuerdos amargos, las noches de dudas, las malas miradas, las lágrimas que queman la piel y las traiciones que rompen la fe. Pero, como ya vaticinaba, ya no soy la misma, ya no soy piedra y, el pasado es mi mayor debilidad. Aquí lo tengo, bien clavado en la garganta, viajero de primera clase por mi cabeza.
Qué sencilla parece la palabra perdón. Qué intolerante aquel que lo rechaza. Qué ignorante aquel que juzga sin saber.
Me doy cuenta, más que nunca, de lo difícil que es decidir. Decidme vosotros, espectadores objetivos, ¿conciencia o corazón?, ¿orgullo, olvido, rencor, justicia? Decidme si se pueden perdonar las traiciones, decidme si debo actuar conforme a mi deber o si, por una vez, debo mandarlo todo a la mierda, su perdón y mis valores, pero así, hacerme justicia a mí misma.
miércoles, 23 de julio de 2008
Transformaciones

Me sentí extraña en un ambiente desconocido aún. Paredes llenas de palabras y nombres, aulas que me esperan, pizarras vacías y muchas páginas por escribir. Me ha costado decidirme muchísimo; he pasado noches en blanco, dibujando una y otra vez un futuro incierto, vidas que probablemente no viviré más que en sueños. Aún busco mi identidad, pero mientras tanto camino por nuevos senderos. Estoy deseando y esperando tantas cosas...me devora la emoción.
Pero, no me queda tiempo para desesperar, porque últimamente no hago otra cosa que moverme, de un lado para otro, aprendiendo, riendo, conociéndome más a mí misma, notando mis miedos y angustias, queriendo a mi gente y dando ánimos, porque aunque quiero, no puedo solucionar todos los problemas. Pero sí puedo estar ahí, para intentar pintar sonrisas y espantar la soledad.
Siento un revoltijo de sentimientos en mi estómago, mi vida va cambiando y, aunque me da vértigo a veces, reconozco que me gusta.
jueves, 17 de julio de 2008
Aprendiendo entre huracanes

miércoles, 9 de julio de 2008
Hojas en blanco

viernes, 27 de junio de 2008
La buena vida

Le saco la lengua a los miedos, a las burdas competiciones, a lo que me hizo daño, a lo que no me valoró. Adiós con una sonrisa, la misma que recibe al futuro con los brazos abiertos.
Me pica el gusanillo de la curiosidad. Miles de preguntas se pasean por mi cabecita, en busca de ansiosas respuestas. ¿Qué va a ser de mí?, ¿cómo será esta nueva etapa?, ¿a quién conoceré?, ¿qué sentiré?, ¿qué viviré?
Sea como sea, no tengo prisa aunque sí muchas ganas. Quiero nuevas experiencias: nuevos rostros, más letras, más amaneceres y bellas poesías. Ahora sí, quiero saltar sin saber cuál es el lugar de aterrizaje. ¿Acaso importa? La inquietud muchas veces es buena, espanta al sedentarismo que va de la mano del conformismo. Por favor, ¡quiero sentir la vida corriéndome por las venas! Porque esto sí que es vida...la buena vida.
domingo, 22 de junio de 2008
Cosas que decir

Ya basta. Quiero que por una vez se oiga a los locos que hablan solos, a los pobres ilusos que creen en la facilidad de sus proyectos, a los niños sabios que observan la vida con ojos tiernos, a los silenciados a los que nunca se tiene en cuenta, a todos los que tenemos cosas que decir, cosas que contar al mundo. Aunque haya quien no lo crea, todos tenemos derecho a decir lo que pensamos, por muy erróneo, incorrecto o estúpido que sea. Al fin y al cabo, él, ella, tú y yo, debemos admitir (por más que nos cueste) que no sabemos nada de nada por mucho que aparentemos.
jueves, 19 de junio de 2008
Saludos al estío
Llega la noche, aparecen mis verdades. Intento poner nombre a lo que me habita, no sé por qué ( aunque quizá sí) me siento tan extraña. La emoción me ha paralizado, son tantas cosas que siento, son tantas las cosas que llevo dentro...Cómo definir estos días, me faltan palabras. Esperaba algo diferente, esperaba actuar de una manera distinta, no contaba con toparme con inesperadas sorpresas, no esperaba las minúsculas estupideces en las que he caído. Mis expectativas, como casi siempre, han fallado. Y ahora, aquí sentada, conmigo misma, desnuda ante la evidencia y el blanco del papel, me pregunto, ¿por qué? ¿Por qué no estoy tremendamente feliz? Ya ha acabado, por fin, la pesadilla terminó. Debería estar dando saltos de alegría y, sin embargo, me encuentro rara y ausente, pensativa y quizá un poco decepcionada. Pero bueno, las cosas a veces no salen como uno las planea y es lo mejor.
Ahora tener tanto tiempo libre casi me asusta. Puedo dormir hasta la hora que quiera, puedo leer al fin, sin preocuparme por deber estar haciendo otra cosa. Puedo salir sin la presión de tener que estudiar. Puedo escribir y dejarme llevar hacia donde la imaginación desee. Después de todo esto, esta libertad me hace sentir un intenso cosquilleo en el estómago. Supongo que no tardaré nada en acostumbrarme a lo bueno y aprender a disfrutar de todas las ventajas de estas maravillosas vacaciones.
Pero, voy creciendo. Y esto es una responsabilidad. Además de nuevos retos, veo de cerca nuevas responsabilidades. Es inevitable, es ley de vida. Sea como sea, en este estado de confusión, sigo asimilando que todo ha pasado y que ha llegado, el verano ya ha llegado.
viernes, 13 de junio de 2008
The rest is still unwritten...

Siento unas cosquillas deliciosas al pensar en todo lo que viene después de esta semana, de todo lo que me espera. Tan sólo un empujoncito más y se acaba, se acaba al fin.
En estos días me doy cuenta de todo lo que realmente he aprendido, de todo lo que he trabajado y que ahora me facilitan la labor de recapitulación y resumen. Sólo espero ahora que el esfuerzo se vea recompensado. Aunque no hay nada escrito, voy a tomarme un gran vaso de fuerza y positividad para saber, a ciencia cierta, que todo va a salir bien.
lunes, 2 de junio de 2008
Globos expansivos y constelaciones de palabras

En un mar de cambios, viento fuerte golpea al barco de mis ilusiones. Sonrío al encontrarme con el sol de cara, los sueños que se cumplen son como el chocolate que esconden los helados. No puedo esquivar a los nervios y a la incertidumbre, me siguen acechando a pesar de todo. Sin embargo, ahora lo vivo de otra manera. Soy un poco más libre, un poco más feliz con motas de tristeza. Como una pequeña burbuja, floto en el tiempo que me balancea mientras el reloj marca las horas que quedan. Es un consuelo y un gran alivio, refugiarme en brazos de mi amante, entregarme al deleite de cada uno de los significados que entraña esta poesía invisible.
Quisiera compartir tantos sentimientos, tantas emociones que ansían salir a la superficie. Aún las guardo bajo llave, previsora, como globos que poco a poco se inflan, alimentándose de la savia que destilo, sé que explotaré, deshaciéndome en pompas de jabón. Cada globo, un sueño, una idea, un proyecto, un deseo. Todo, mi universo, las constelaciones de palabras que me definen, que amo, que necesito. A él me aferro para escapar del tedio, a él viajo con cada pensamiento...
jueves, 29 de mayo de 2008
Lágrimas de alegría

Llorando cuando se premió al esfuerzo, llorando, sintiéndome feliz al ver a las personas que quiero felices, llorando por todo el tiempo que se fue, por todas las palabras que no dije, por todos los instantes que desaproveché y por aquellos que exprimí con devoción. Lloré de alegría, dándome cuenta de que no sé nada de la vida, de que soy pequeña y de que la belleza de la amistad me emociona.
Aunque nuestros caminos vayan a separse, nos unen los recuerdos. Nos unen las historias, anécdotas y momentos que hemos compartido. Deseo con toda mi alma que cada sueño sea alcanzado, que cada persona encuentre su felicidad. Y, sobre todo, que al reencontrarnos, un día por casualidad en la calle, no volvamos la cara, nos sonríamos y podamos embriagarnos de los recuerdos, aquellos momentos que nos hicieron crecer.

viernes, 23 de mayo de 2008
Qué asco

jueves, 22 de mayo de 2008
Una pequeña función

Voy contrarreloj, haciendo tachaduras en el calendario, disfrutando de los pequeños momentos. Hoy paseaba y disfrutaba del sol con olor a verano, planeaba estrategias, ideaba nuevas tramas para mis encrucijadas, anhelaba tener un cuerpecito pequeño que estrujar. Mi cabeza está más activa que nunca, pero, cuando se trata de estudio, se rebela y pide clemencia. Hoy tocaron derivadas y límites. Qué forma de perder el tiempo, ese que hoy me torturaba pasando más lento de lo normal y volando en esos instantes que yo quisiera, jamás se alejaran de mí. En fin, tendré que conformarme, al fn y al cabo, no soy más que una pequeña función que tiende a más infinito...
sábado, 17 de mayo de 2008
Hacia lo incondicionado

He aquí el pensamiento de Immanuel Kant, el filósofo ilustrado por excelencia. Leyéndole, a pesar de la complejidad de sus pensamientos, he descubierto estas palabras que me han hecho reflexionar.
Es curioso, ¿no? Muchos se declaran conformistas, no buscan más preguntas que hacerle a la vida o al mundo, se asientan en el lugar donde están. Otros, siguen soñando, inconformistas y rebeldes, buscando, buscando intensamente, aunque no sepan qué buscan exactamente. ¿No es lógico pensar que ese ansia irrefrenable, de la que hablaba Kant, es lo que nos hace humanos? Soñar, soñar en mayúsculas, superar las barreras de lo lógico, de lo racional, imaginar lo inimaginado, crear universos paralelos, desear amores imposibles, creer y mantener incorrupta la fe de que podemos mejorar.
En pocos días decido mi futuro más inmediato, y lo único que siento ante ello es nerviosismo. La incertidumbre me corre por el cuerpo, haciéndome casi cosquillas. Sonrío al ver todo el camino andado, lo cerca que estoy de nuevas aventuras pero, a pesar de todo, me entristezco al pensar que he de abandonar un lugar que amo.
Leyendo a Kant me doy cuenta que quizá sea así la vida: llegar, conocer, ansiar algo más y volver a emprender esa búsqueda. Esa esencia es el motor que nos impulsa a seguir soñando. ¿Por qué conformarse?, ¿por qué rendirse? Aunque suene muy metafórico (y seguramente lo será), es triste parar de batallar, olvidar esas utopías (nocturnas y diurnas) y comenzar el círculo vicioso de la rutina. Siguiendo con Kant, soñar debería ser un imperativo categórico. Sí, habría que tatuarlo dentro de cada uno de nosotros: ¡Sueña!, para que no se nos pasara por alto el detalle de que, la vida es sueño.
martes, 13 de mayo de 2008
El ángel que voló

Muchos desconocen a esta mujer, conocida como "el ángel del Gueto de Varsovia". Irena salvó a 2.500 niños judíos de la muerte, en el holocausto nazi. Fue torturada por la Gestapo pero no reveló ni un detalle de su obra. La condenaron a muerte pero se salvó.
Durante años la historia de esta gran heroína fue ocultada, tapado por 40 años de régimen comunista. Fue propuesta para el nobel de la paz en 2007, aunque finalmente no lo recibió.
Irena arriesgó su vida, lo dio todo por salvar a los demás. Irena decía que: "podía haber hecho más". Sin embargo, lo dio todo.
La madre de los niños del Holocausto hoy descansa en paz. Que su nombre y sus actos no caigan en el olvido.
miércoles, 7 de mayo de 2008
Sobrevivir a mayo

Últimamente me siento bloqueada, hasta se alejó de mí la inspiración que me sonreía. Últimamente no me reconozco, el agobio me transforma en un ogro desagradable que no da besos. Me siento inútil, cansada y poco animada. Intento pensar que estoy más cerca de mi meta, que pronto cerraré una etapa para iniciar un nuevo sueño; sin embargo, aún me cuesta aceptar que todo termina, que ya llego, que ya estoy llegando al fin.
La cuenta atrás no me espera y, al límite de mí misma, intento no perder la cabeza ni los amigos.
A pesar de todo, sigo aquí, debajo de toda esta carga asfixiante. A pesar de todo, sé que con un poquito de paciencia y esfuerzo conseguiré sobrevivir a mayo.
domingo, 4 de mayo de 2008
L'imagination au pouvoir


Soy una soñadora así que crearé una utopía, un mayo del 68 particular con el que alimentarme para que no decaiga la esperanza nunca. Soyez réalistes, demandez l'impossible...no me cansaré de buscar los imposibles.
Oubliez tout ce que vous avez appris. Commencez par rêver.
Olvídense de todo lo que han aprendido. Comiencen a soñar
domingo, 27 de abril de 2008
Pastillas contra el dolor

He estado malita en un fin de semana interminable, lleno de dolores, punzadas y ganas de dormir para que todo pasase como la pesadilla que fue. A mi lado, la gente que me quiere, preparándome el desayuno, arreglando el desastre de cuarto en que vivo, llamándome a cada rato para saber si mejoraba, esperando conmigo los resultados en un blanco hospital. Todo pasó por fin, sonrío, pero, en mi interior, se me clavan las imágenes: viejecitos solos en rígidas sillas, miradas que caen al vacío de la honda soledad, niños que tienen cuerpos de mayores, llorando porque les duele. El dolor, ese dolor físico, a veces menos terrible que el del corazón, desde luego: que puede aliviar una pastilla, que puede depertarte por la mañana con ganas de llorar, que puede hacerte caer al suelo, rendido y sin fuerzas. Cómo duele. Y cómo duele no tener a nadie que te ayude cuando te duele, cuando buscas un apoyo y encuentras el aire, cuando esperas que te llamen y nadie espera contigo.
Soy una privilegiada, lo sé. La vida me lo demuestra todos los días. Para todas esas soledades, que me rompen el alma cuando imagino sus noches de ausencia y silencio, para todas, un abrazo como este, que calme todos los dolores...
miércoles, 23 de abril de 2008
Para ellas
Fruto de la envidia más insana, de los sueños más locos, de las pasiones más ocultas, de los secretos más conocidos, de las adicciones más hermosas...dí al botón de crear y creé:
www.poesiaamedianoche.blogspot.com
Os invito a visitarme, en un lugar para hablar de libros, para compartir mis escritos, como homenaje a mis compañeras de viaje: las palabras.
lunes, 21 de abril de 2008
Pandora

La asustadiza Pandora caminaba despacio, con cuidado de no tropezar por el sendero. Se sentía diferente y extraña, en aquella tierra árida. Su reflejo estaba borroso, cada vez que se atrevía a buscarse en las aguas de los ríos se daba cuenta, era una desconocida hasta para sí misma. Se debaja arrastrar por los fantasmas que la perseguían desde más allá de su pasado, creía mentiras por el temor a la propia verdad, se empeñaba en no crecer, atada a la convicción de que ello le acarrería más problemas.
Un día, tras una oscura mañana vagando con abominable lentitud, topó con un enorme agujero en medio de su paso. No sabía qué hacer para cruzar al otro lado y continuar la marcha. Angustiada, se sentó a varios metros de aquel abismo circular y, sobrecogida, empezó a llorar como la niña que era. Estaba sola, no podía regresar, tenía que seguir. No había nada más que espinas al otro lado, lo conocido era cruel y triste; venía huyendo con la esperanza de llegar hasta algo mejor, un lugar donde fuese feliz. Lloró amargamente largo tiempo, la noche empezaba a caer: había que decidir. Avistó el cielo nuboso, llovería y ella, arropada de dudas, no se habría movido un milímetro de su posición.
Seguiría. Rebasaría el hoyo. El cielo rugió, la paciencia no la esperaba.
Anduvo hacia atrás los metros necesarios y, armándose de valor, cogió aire e infló sus pulmones: comenzó a correr. Las gotas caían sobre ella, el viento la empujaba, al llegar cerca del borde, dio un gran salto, suspendida en el aire confió en que llegaría al otro lado, sonrió y, de repente, sintió como su cuerpo iba cayendo hacia abajo. Gritó mientras se encogía su estómago y una horrible sensación de vértigo se apoderaba de todo su cuerpo. El golpe fue brusco y doloroso, impactó con la espalda en la profundidad y, creyendo que tenía todos los huesos del cuerpo roto, lloriqueó lastimosamente.
Estaba atrapada. Abrió los ojos al sentir como las gotas seguían cayendo sobre ella; el cielo y su inmensidad se abrían ante sus ojos. Derrumbada y rota, se quedó quieta soportando el frío.
Entonces lo dijo en alto: se acabó. Buscó en su chaqueta la pequeña cajita que custodiaba. Con un simple gesto la abrió y con un ensordecedor rugido, los miedos, la maldad, la desilusión, la muerte y todos los males salieron despedidos de su cárcel. Asiéndose con fuerza a ellos, consiguió trepar hasta la cima del agujero. Al fin daba un buen uso a sus temores: de ellos se valía para superar los límites de lo imposible.
De nuevo arriba, observó que había conseguido atraparla de nuevo. Sonrió: no dejaría que la esperanza se escapase. No, ni hablar. Estaba, quisiera o no, destinada a ser su compañera de viaje.
miércoles, 16 de abril de 2008
La atrevida soñadora

domingo, 13 de abril de 2008
Cambiar el mundo
"Cuando te ves atrapada, desvalida tras los muros, inmovilizada en un harén sin salida, sueñas con escapar. Y la magia surge cuando entiendes ese sueño y haces que las fronteras se desvanezan. Los sueños pueden cambiar tu vida y, a la larga, el mundo. La liberación empieza con las imágenes que danzan en tu cabecita, y puedes transformar esas imágenes en palabras. ¡Y las palabras no cuestan nada!".
Sueños en el umbral. Memorias de una niña del harén de Fatema Mernissi
Este libro me está haciendo darme cuenta de muchas cosas. Ignoramos que detrás de un velo hay más sueños de los que podemos imaginar. Las mujeres como tía Habiba, la dueña de estas palabras, soñaban con salir del harén y pasear libremente, ver el amanecer, sentir el aire fresco de las calles, observar el cielo más allá del cuadrado del patio. Esas mujeres: llenas de esperanza, encerradas, luchaban todos los días, intentando educar para soñar. No podemos dejar que sus voces caigan en el olvido, aunque creamos que los harenes no existen, sólo porque no los observamos, con sus altos muros y el guardián en la puerta custodiando la integridad de la casa, las fronteras que limitaban a muchas mujeres, siguen existiendo.
Hoy va por ellas, por las que se niegan a perder la esperanza, por las que viven luchando cada día por lo que es justo y, sobre todo, por las que confían que los sueños, no son sólo sueños y que pueden, a la larga, cambiar el mundo.
lunes, 7 de abril de 2008
Descubrir la diversidad

Curro ha sido uno de mis descubrimientos. He conocido a gente que, como yo, tiene muchos sueños pero, además de tenerlos, los busca con afán. Sale a la calle, mueve a las personas, remueve conciencias y no se queda de brazos cruzados. Por ello, no soporto que se venda una imagen de una juventud egoísta y poco implicada en el mundo. Eso también son prejuicios y visiones poco realistas. Este fin de semana he estado en habitaciones donde se fumaba en una cachimba y se reía, donde se contaban chistes, donde se conocían a futuros amigos y se daban primeros besos; he visto ideas y mentes brillantes, personas que buscan divertirse de una manera sana y gente que busca su lugar en el mundo.
No sé en qué grupo me encuentro, no sé(y odio no saber)pero intento aclarar mis dudas y resolver los problemas que tengo conmigo misma.
Ahora vuelvo a la rutina, sigo contrarreloj y aunque los agobios me rondan, ahora mismo miro a mi alrededor y respiro tranquila. Me gusta sentirme en plena noche, sumida en mis pensamientos y haciendo dos de las cosa que más me gustan: escribir y soñar.
Cuando los hombres buscan la diversidad viajan. Wenceslao Fernández Florez
martes, 1 de abril de 2008
Filosofía de abril

No me gustaría, por nada del mundo, ser perfecta y tener las verdades en mi mano. A pesar de estas vueltas en torno a grandes confusiones, siento la libertad corriendo por mis venas. La imperfección nunca ha sido más bella. Y yo, aquí sentada, sintiendo tantas cosas y descubriendo nuevos secretos, disfrutando de pequeños placeres: leyendo poesía, riendo con las personas que valen la pena, rodeándome de la música que me hace cerrar los ojos y volar.
La incertidumbre de la erosión no hubla la hermosura de la puesta de sol...
viernes, 28 de marzo de 2008
Hace no tanto tiempo

Hace no tanto tiempo me recuerdo pensando sobre mis sueños, dibujando un futuro rodeada de personas que hoy no están a mi lado. Hace no tanto tiempo, no conocía la poesía y no creía que fuese tan pequeña, tan insignificante entre toda la Historia que compone a las historias. Hace no tanto, ni siquiera había pisado el avión, ni tampoco besado el cielo sintiendo las llamas del infierno abrasándome la espalda. Hace no tanto tiempo, me sentía una extraña en mi casa, no valoraba mi suerte, mi familia, mis manos y mis ojos. Ni siquiera imaginaba que pudiese recorrer el camino que ahora observo tras de mí.
No puedo negar que a veces camine y me sienta totalmente perdida, a pesar de reconocer todas y cada una de las calles por las que paso. No puedo olvidar el miedo que me angustia cada vez que me siento impotente, pensando que la vida y la justicia se marchitan cerca de mí y yo, espectadora impasible, sigo mi rutina sin actuar.
He cambiado más de lo que me podía imaginar; a veces no sé si me gusta la persona en la que me he convertido, echo de menos tantas partes de mí que se han esfumado sin darme cuenta. Pero quizá, crecer conlleva sus riesgos y las consecuencias de abrir los ojos es no poder volver a ser el inocente que eras.
Hace no tanto tiempo, yo fui otra, hace no tanto tiempo, me encerré. Espero en la crisálida, sin embargo, ya asoman mis alas deseosas de volar.